Italia ganó fama a principios de los 50, ya que EEUU pusieron los ojos allá por sus infraestructuras, y lógicamente lo barato que era rodar allá.

Con los años Italia empezó a hacer sus propias películas épicas, y esta es una de las primeras (no la primera). Esta vez cuenta con una actor reconocido y famoso, Kirk Douglas, que le va como anillo al dedo, sale muy guapo con la barba (a ver si se dan cuenta que la barba favorece) y muy apuesto, musculoso y moreno. Está de 10 en este aspecto.

Anthony Quinn, que ya tuvo un papel principal anterior, aquí vuelve a tener un papel bastante secundario.

Una película, que intenta ser fiel a la obra original, pero no lo consigue, omite muchas partes. Pero aún así, es una delicia verla, las aventuras, los efectos especiales, en fin... una gran película que tiene que ser rescatada y mostrada de nuevo!

Fue todo un éxito en taquilla, y que a día de hoy, sigue conservándose como una de las películas más vistas en el cine (por el número de entradas compradas).