Dos grandes actores británicos de la época. Charles Laughton, que en anteriores papeles no quería que se le tratara por personaje "feo", se nota que cuidaba su imagen. Es algo digno de llevar, sobre todo al ser gay, un tema que llevó en secreto hasta su muerte, cuando su mujer lo confesó después.

Vivien Leigh. Saber que unos meses después estaría en "Lo que el viento se llevó" es algo raro de ver. Tal como se decía de ella, que era muy difícil trabajar, pues en esta película también pasó. Charles y ella no se llevaban bien, aunque él era más profesional ayudándola en sus tomas. Igualmente este papel no lo quería ella, no le veía que le pegara, pero aún así, por insistencia lo hizo. Y ya en su rostro se nota una mejoría de interpretación, algo que la veremos a lo grande en "Lo que el viento se llevó".

Como drama, no es muy buena. Tiene una forma de narrar algo tosca que no acaba de enganchar.