Se desarrollaesta película en 1776, durante la Guerra de la Independencia entre los colonos de Nueva Inglaterra y las tropas británicas del rey Jorge III (1760-1820). Roland Emmerich, un director experimentado y potente, consigue dar a luz un film enardecedor y entretenido, con acción, mensaje político y el retrato de un valiente que cansado de los abusos del poder británico en aquellos años, resuelve jugarse el todo por el todo para conseguir una digna y liberadora independencia.

En realidad la película está realizada para el lucimiento de un Mel Gibson arrollador, que da el tipo, siempre dentro de sus limitaciones como actor. Gibson destaca más aún por la presencia de su antagonista Jason Isaacs, un ignominioso coronel villano. Heath Ledger, ya desaparecido, se consagró como uno de los actores con más futuro. Joely Richardson está hermosa y deliciosa como como Charlotte Selton.

Estamos ante una película épica, que posee los ingredientes de este tipo de obras, sobre todo su espectacularidad en las escenas de acción y guerra. Pero no se trata de una clase de Historia stricto sensu, tampoco puede decirse biográfica, mucho menos es tendenciosa, ni tampoco cine del GRANDE, pero es entretenida, espectacular, está bien realizada y es de esas películas que se dejan ver en varias ocasiones.