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España España · Granada
Voto de Kikivall:
6
Drama. Thriller La cuenta atrás de tres personajes, con senda historias entrelazadas, que tratan de mantenerse a flote y sobrevivir a 24 horas claves que pueden cambiar el curso de sus vidas. El film explora el efecto que una situación de estrés económico tiene sobre las relaciones personales, y cómo el afecto y la solidaridad pueden ser un motor para salir adelante.
16 de octubre de 2022
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La filmografía dedicada al cine social es amplia con obras muy buenas. Cine con capacidad para movilizarnos interiormente, porque cuenta historias veraces, muy creíbles que claman al cielo por injustas.

Como dijo James T. Tedeschi, el “poder”, cuando es utilizado para obligar al hombre por caminos, provoca malestar y la violencia. La agresividad humana, pues, está relacionada con la vivencia y la percepción de abuso hacia los demás.

"A modo de preámbulo"

En la grande, hermosa y lírica despedida de Las uvas de la ira (1940), de John Ford (novela de Steinbeck), se puede escuchar a Henry Fonda: “Donde haya una posibilidad de que los hambrientos coman, allí estaré; donde haya un hombre que sufre, allí estaré…”.

Ocurre igual en otra insigne obra de Preston Sturges, Los viajes de Sullivan (1941), cuando el director de cine John L. Sullivan, harto de hacer cine comercial quiere rodar una película comprometida con la realidad social del país, la miseria y el sufrimiento.

En el cine actual, Ken Loach (Sorry we missed You, 2019; Yo, Daniel Blake, 2015; Lloviendo piedras, 1993) y los hermanos Dardenne (El niño de la bicicleta, 2011; Dos días, una noche, 2014) han dedicado su cine a hablar de personas que tienen difícil la supervivencia, gente bordeando la necesidad y amenazados.

"La película de Botto"

Nuestro director Juan Diego Botto, que no puede negar su influencia de los Dardenne o Loach, da fe en esta cinta, que ha visto las pelis de los maestros mencionados. Pero la excelencia de Loach y otros, no la consigue con mucho.

Es un filme iracundo y emotivo, irregular y turbado, parece documentado, pero deviene naif. Finalmente, lo que lo mantiene a flote es la emotividad y la enjundia de los actores.

Pero pierde en el afán por contarlo todo o la imposible aspiración por presentar a cada personaje en custodio de una verdad última y casi sagrada, pecando a veces el guion de cierta extrema voluntad de verismo.

El filme cuenta la historia de tres personajes que en 24 horas van a ser desahuciados, como el personaje de Cruz. Explora esa situación de estrés y cómo el afecto y la solidaridad pueden ser un motor para salir adelante o al menos de consuelo (como se podía leer en el libro de Elliot Aronson: El animal social: “la desgracia busca compañeros desgraciados”).

El abogado, interpretado por Tosar, corre de manera desesperada por los laberintos de la burocracia para que una madre no pierda a su hija. Y no hay que olvidar a Christian Checa como el hijastro, al que se le pega la filantropía del padrastro. Font García afronta el terrible final de su madre, que le había avalado con su vivienda un negocio ruinoso.

La cámara se mueve agitada y nerviosa. Por momentos hay demasiada teatralidad y todo queda detenido en un rostro desolado. Pero siempre, y pese a las irregularidades y dudas, queda la certeza de lo evidente; el rigor de lo injustamente invisible.

Botto no es de los que se calla y de ahí que su película vaya por frente y por derecho, con honestidad, enfocando aspectos de la realidad que otras cintas no abordan, desvelando injusticias, de eso no hay duda.

Así y todo, la obra no está en lo alto del gusto compositivo, aunque tiene un montaje consistente, que mantiene cierta intensidad en el metraje. Pero por algún lado pierde.

Destacan los excelentes trabajos actorales de un Tosar desbordante de humanidad y una Penélope Cruz contenida y eficiente. Y los dos principales protagonistas son complementados por unos buenos actores de reparto, como el propio Botto, junto a Adelfa Calvo, muy bien como la madre sola y suicidal.

No dudo que había en Botto la convicción de que tenía algo que contar en esta película. Pero siendo sincero, yo no salí de la sala muy entusiasmado.

Publicado en revista Encadenados: https://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6689-en-los-margenes-2
Kikivall
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