Comedia francesa sobre dos personas extremadamente tímidas que, a pesar de todas las dificultades que ellos mismos provocan, consiguen llevar a buen puerto su repentino e inesperado amor. Historia sencilla y entrañable donde destaca la actuación de Benoït Poelvoorde, muy por encima de su compañera de reparto, y donde, a pesar del formato de comedia-pantomina tipo la con-demasía-tasación Amèlie (son muchas las raquíticas historias que han pretendido ser la hermana menor de la mencionada), no llega a satisfacer completamente quedándose en un producto de consumo rápido y de pronta prescripción. Amena, inocente en sus personajes -aunque con demasiado poco contenido-, humilde en sus pretensiones -en exceso se diría- cándida en su fogaje aunque, si se le añade sin secundarios que rellenen la falta de carisma de la historia principal, sin una digna fotografía o banda musical o un background que llame tu atención, sin más que la ineptitud y torpeza de dos buenos corazones, te quedas gustosamente desganado; un sabor agradable que no complace totalmente. Lo mejor de ella es aquello de lo que no abusa: su hermosa inocencia.