No voy a repetir los elogios a Fassbender, Wasikowska y al director, la música, la fotografía. Huyo de las críticas que pretenden hacer literatura o expresar entusiasmos de fans.
Lo único que diría es que cuando una historia y unos personajes son tan buenos como los diseñó Charlotte Bronte lo demás, si el guión es bueno, sale solo.
Pero esta Jane Eyre, que todos califican de rebelde, va contra lo políticamente correcto cuando al insinuarle Rochester que, en definitiva, se acueste con él, ella, que lo quiere de un modo total, dice que no porque "debo respetarme". ¿Quién diría eso en estos tiempos? Algunas sí, pero, si se juzga por las películas habituales, la mayoría, al minuto, ya estarían retozando.
No está mal.
Ella es una maravilla, porque la honradez y la inocencia dan una belleza distinta, profunda. El director sabe mostrarlo en unos planos magníficos.