Podría haber sido una gran película si hubiera contado con un guión más claro, menos fragmentario y con mayor ritmo.
El tema es interesante y poco tratado en cine: cómo el régimen comunista checo, con la ayuda de eclesiásticos traidores, controlaba a los católicos. Todo en un seminario donde los jóvenes son la resistencia.
Visualmente es muy buena, con un nítido blanco y negro y algunos encuadres de esos que llaman la atención, pero a veces se da la sensación de que la forma se come el fondo, la trama, la historia.