Juzgar esta película, como cualquier otra, por la ideología es un error de principio. La he vuelto a ver después de una anarquista, Aurora de esperanza. Conclusión. Cada uno cuenta la feria según le va.
En este caso, que milicianos, aquí de la CNT y la FAI, mataron en Madrid a gente solo por ser de derechas está más que comprobado. Como que en el otro bando mataron a gente solo por ser de izquierda. Es la maldición de este país, muy cainita.
Sentado esto, Neville intenta una cierta compresión, al poner a un comunista que no está de acuerdo con las matanzas.
Veamos la película, en sí. La trama no da para mucho, pero en la realización se nota el buen hacer de Neville. Esta es su novena película y tenía experiencia. Destaca en los planos, tanto en los más intimistas como en los generales. Las escenas de destrucción son reales, porque en 1939, acabada la guerra Madrid estaba así y eso tiene ya un valor histórico.
La escena de la comunicación en el frente entre un rojo y un “nacional” también es real, y hay muchos testimonios de que se dieron, como ha ocurrido en otras guerras,
En cualquier caso, la película se deja ver, porque está bien hecha.