Tan azul como el gato aquel que estaba triste.
Tan cabezón como un chupachups, e igual de dulce.
Tan inteligente como el repelente niño Vicente.
Tan parecido a Orlando Bloom…
... y a Superman...
… y a Los Increíbles, y a Gru, que tampoco era mi villano favorito…
… y a cualquier comedia romántica de la Bullock.

Tan infantil como una peli de hostias, a lo Stallone…
… o una canción de AD/CD que hable sobre el infierno.
Tan original como andar de pie y doblando las rodillas.
Tan divertida como pasar la tarde emparejando calcetines negros.

Ideal para adultos que tengan un día de esos en los que apetece sacar las neuronas a patinar. A los niños mejor ponerles otra cosa.

Da una oportunidad al intelecto de tus niños eligiendo películas que lo estimulen, en vez de atrofiarlo. Es mi humilde consejo.