Lo que prometía ser un diáfano y original entretenimiento, se descubre, pasados 20 minutos, como una retahíla de sandeces de lo más simplón, que, francamente, satura y aburre, a partes iguales.

Todas las virtudes de la peli se limitan a la animación del amigo Paul, que nadie me negará que es muy majo y tiene unos ojos relindos, y a la cómplice simpatía del dúo protagonista-guionista, que, por bien que me caigan, he de admitir que mucho no se han lucido.

Todos los defectos de la peli se reducen a que el guión es flojo, tirando a malo. Demasiada palabrota de colegial, para mi gusto. La chica y los dos polis son insufribles. El final es el que tenía que ser, pero regado con pringoso sirope de fresa.

Esto no es para frikies; es para fans de Los Punkitos.