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España España · MÓSTOLES
Voto de Lucman:
9
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La noche y el rio".

No fue un desafio sencillo el de Charles Laughton al realizar este film. Hollywood en los años cincuenta vivia momentos de esplendor del llamado "cine negro". Un cine que marcó una época y determinó la consagración de directores, guionistas y actores. Pero aquí, Laughton, no se limita a seguir los cauces clásicos del género, intenta ir más allá impregnando su film de un contenido onírico que le hace enormemente sugestivo.

Su exposición, planteada como un cuento, con un magnífico guión de James Agee (La Reina de África), nos cuenta una historia de "buenos y malos", desde una perspectiva maniquea donde se polarizan hasta extremos expresionistas el comportamiento de los personajes.

La historia no deja de ser original, al contarnos los intentos de conseguir un sustancioso botin por parte de un predicador desequilibrado y asesino.Su ubicación en la América de la gran depresión hace más intensos los perfiles del drama.El miedo es una constante que no nos abandona en ningún momento. La maldad del personaje central con su desesperada búsqueda del botín oculto -interpretado por un Robert Mitchum en uno de sus mejores papeles-, nos sumerge en un climax de tensión creciente hasta su desenlace final.

Tambien el mundo infantil tiene un protagonismo determinante, al mostrarnos -no sin cierta ironía-, la actitud de una pareja de niños donde el muchacho demuestra una capacidad resolutiva impropia de sus años, con sorprendentes recursos para eludir las siniestras intenciones del maléfico predicador. Hay magistrales escenas, como las nocturnas donde la parejita de hermanos huyen por el rio refugiéndose en un caserón abandonado, mientras Mitchum, a caballo, les sigue la pista incansablemente.

Son varias las claves que nos aporta el film para analizar: perversidad, avidez de dinero, misoginia, astucia infantil, lealtad filial, compasión y entrega desinteresada, cerrilismo popular. Todo ello plasmado a través de una magnífica fotografía en blanco y negro de Stanley Cortez, con tomas largas y prolongadas donde la falta de diálogo es sustituida por sonidos de la naturaleza, o por la soberbia voz de Mitchum, sumergiéndonos en un atmósfera cada vez más irreal y angustiosa.

Magnífica la elección de Laughton, en especial con los personajes del predicador, el niño (Billy Chapin), la viuda (Shelley Winters),y la buena samaritana, encarnada por una Lilian Gish impecable en su rol.

Pêlícula absolutamente recomendable para los buenos cinéfilos.
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Lucman
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