Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Charly Barny:
9
Drama Cleo (Yalitza Aparicio) es la joven sirvienta de una familia que vive en la Colonia Roma, barrio de clase media-alta de Ciudad de México. En esta carta de amor a las mujeres que lo criaron, Cuarón se inspira en su propia infancia para pintar un retrato realista y emotivo de los conflictos domésticos y las jerarquías sociales durante la agitación política de la década de los 70. (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comencemos aclarando que esta Roma no es la capital italiana sino un barrio de clase media alta de la ciudad de México. Es el barrio donde nació y se crió Alfonso Cuarón, el aclamado director de esta película, también responsable de algunas otras tan diversas como la intimista Y Tu Mamá También (20011), la impersonal Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004), la desesperanzada Hijos del Hombre (2006), y la brillante y entretenida odisea espacial llamada Gravity (2013), por la que Cuarón fue reconocido como mejor director del año por la Academia de Hollywood.
Cuarón ha dado pruebas de sus destrezas narrativas en cada una de las películas mencionadas, pero en Roma, la particularidad de su cine alcanza una altura superlativa toda vez que logra que las imágenes se expresen por sí mismas, a la vez que pareciera querer recuperar un espíritu documentalista a la vez de homenajear al neorrealismo italiano, particularmente, el de De Sica, donde la historia personal sobresalía como un ejemplo de la problemática colectiva.
Roma está compuesta por una serie de recuerdos en un momento particular de su infancia, aquel relacionado con la decisión de la separación y divorcio de sus padres. Pero el film no está contado desde su propio punto de visto, sino de desde uno muy diferente que es el de una mucama que trabajaba en su casa, Cleo magníficamente interpretada por Yalitza Aparicio.
El cambio del punto de vista es un primer acierto importante en la película dado que enfatiza en la cuestión de clase, aún vigente en México y en la mayor parte de Latinoamérica, heredada de la conquista española, y que Cuarón simboliza en la disposición de la casa familiar, donde se delimita perfectamente a través de una galería que separa la casa del patio y de las habitaciones del servicio, aunque la película presenta a los personajes integrados de tal manera que pareciera que esta cuestión ya había sido superada por la familia.
El director conforma la película valiéndose de mayormente planos secuencias de diferentes duración logrando algunos momentos antológicos como el principio de la película, donde no solo se presenta a los personajes que componen el ámbito familiar sino que se presenta la casa misma. Todo un símbolo de la convivencia familiar, marcando estamentos parecido a la de la propia sociedad mexicana, o el parto de Cleo filmado con una cámara fija donde en un primer plano se ve la madre ansiosa por ver a su hijo, mientras en un segundo plano, médico y enfermera se desviven para darle vida a la criatura, o la escena en la playa en la que el propio Alfonso se deja llevar por las olas haciéndose dificultosa su salida ante la desesperación de su madre, o la escena de la revolución, cuando las dos mujeres se refugian en un comercio mientras la violencia estalla en las calles. Cuarón utiliza la profundidad de cuadro con sentido dramático como muy pocas veces lo había visto en toda mi vida.
Es un film para la contemplación. Envuelve al espectador como en un sueño. Lo transporta al pasado y hasta lo sitúa en su propia infancia. Lo deja asombrado con esa capacidad técnica puesta al servicio del arte de contar una historia en simples imágenes donde todo ocurre en el cuadro. Realmente lo que se dice un “capolaboro”.
También es un film para la discusión. No pasará inadvertido. Gusto muy personal de Cuarón, lección de cine con mayúsculas, análisis social de ricachón de clase alta, falso homenaje al neorrealismo italiano. Puede ser rotulado de diferentes maneras. Para la discusión? Si, porque deja mucha tela para cortar. Pero, además, interesa un punto extra cinematográfico en particular. Esta película llega a Buenos Aires a un solo cine con horarios muy restringidos. Es una verdera pena. Soy un espectador cinematográfico, amo las salas de cine. Lo de Netflix parece egoísta. ¿Tendrá que ver con su negocio? O es que nadie quiso pasarla.
Charly Barny
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow