Película australiana de 1978, con una premisa interesante que sería algo así como la venganza de la naturaleza por el maltrato que los humanos le propinamos. En general está muy bien filmada, con algunas tomas verdaderamente interesantes de la vida salvaje en un bosque a la orilla del mar.
La cinta gana enteros cuando va por el lado del thriller psicológico, generando un suspenso bien logrado de manera sutil. Pero pierde fuerza y esa sutileza cuando intenta concretar escenas de "miedo" más concretas, donde para mi gusto falla el montaje y las actuaciones haciendo que el producto pierda credibilidad. La pareja protagonista me resulta bastante pesada con peleas constantes, muchas de ellas sin demasiado sentido y que no suman a la trama, más bien todo lo contrario. El actor (John Hargreaves) hace un papel decente pero la actriz (Briony Behets) no me gustó para nada y me sacó constantemente de la historia.
La película de todas maneras se deja ver y me pareció bien interesante el hecho de que en algunos tramos logró hacerme olvidar que es de 1978, pareciendo un film bastante más actual.