"Nimona", una película de animación peculiar y desbordante, nos lleva a un universo que fusiona lo medieval con lo futurista de una manera asombrosa. La película posee una variedad de elementos curiosos como carruajes voladores, caballos aerodeslizantes, ballestas láser y espadas medievales. La trama gira en torno a la Orden de los Caballeros, que ha estado protegiendo un reino amurallado durante un milenio contra los peligros desconocidos y terroríficos que se encuentran más allá de sus muros.

La animación, aunque no alcanza la perfección de gigantes como Pixar o DreamWorks, es decente. A pesar de un inicio que puede causar cierto rechazo, te atrapa con su particular estética. En cuanto a los personajes, podría haberse trabajado más en su desarrollo y caracterización. Sin embargo, Nimona, el personaje central, es un rayo de luz brillante en este aspecto. Su personaje está bien desarrollado y resulta ser estridente y divertido, eclipsando a todos los demás.

El mundo de Nimona, aunque se inspira en fuentes conocidas, logra sentirse singular, único y hermoso. Las secuencias de acción están bien orquestadas, rivalizando con las de series de alto calibre como "Arcane", gracias en parte a una música y efectos sonoros que realzan estas escenas dinámicas.

La historia, sencilla pero efectiva, se ajusta bien a la duración de la película. Proporciona entretenimiento, pero no parece tener el potencial de ser recordada a largo plazo debido a su simplicidad. Los personajes y diálogos podrían haber sido más complejos, sin subestimar la inteligencia de su público más joven.

El humor en la película es variado, oscilando entre momentos que provocan carcajadas hasta otros más mediocres, pero nunca llega a ser embarazoso, y eso es más de lo que se puede decir de muchas comedias que se estrenan hoy en día.

En cuanto a la trama, tiene algunos agujeros en puntos clave de la historia. No obstante, estos se vuelven menos notorios a menos que uno se tome la trama muy en serio.

El mensaje central de aceptación de la diferencia es notablemente positivo, especialmente para los niños. Nimona, la protagonista que puede transformarse en cualquier cosa, encarna perfectamente este concepto. La subtrama de la relación homosexual del protagonista, Ballister Bravocorazón, también contribuye a este tema, aunque su relevancia en la trama principal es bastante limitada.

A pesar de la atención de los medios en el aspecto LGBTQ+ de la película, su importancia en la trama es bastante marginal. No obstante, está integrado de forma correcta, natural y respetuosa en la historia, reforzando el mensaje de aceptación de la película.

En conclusión, "Nimona" es una película de animación intrigante y disfrutable que ofrece un mundo único, humor encantador, y un mensaje de aceptación valioso. Aunque carece de profundidad en algunos aspectos, es una opción sólida para una tarde de diversión y risas.