Haz click aquí para copiar la URL
Voto de José Manuel Barba Márquez:
10
Drama Elisabeth (Liv Ullmann), una célebre actriz de teatro, es hospitalizada tras perder la voz durante una representación de "Electra". Después de ser sometida a una serie de pruebas, el diagnóstico es bueno. Sin embargo, como sigue sin hablar, debe permanecer en la clínica. Alma (Bibi Andersson), la enfermera encargada de cuidarla, intenta romper su mutismo hablándole sin parar. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2017
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra cumbre del cineasta sueco. La surrealista y onírica secuencia prólogo hace referencias a una sucesión de temas que dominarán la obra: arte, muerte, religión, sexo. Alma (Andersson), es una enfermera que cuida de Elisabeth (Ullmann), una actriz de teatro que repentinamente dejó de hablar.

Alma se nos muestra como una representación de la maternidad, la familia y el trabajo seguro. El arquetipo de persona ideal que aspira la sociedad. Sin embargo, su actitud posterior no manifiesta una sensación de realidad tan clara: Alma, tristemente, se da cuenta de que sus ideas sobre la vida no coinciden con las acciones que lleva a cabo. Se acaba sintiendo igual de enferma.

El vocablo persona, que procede del latín, significa "máscara del actor". Alma es la máscara, el personaje interpretado donde toma la palabra la psique colectiva. Elizabeth es la persona detrás de la máscara. No puede enfrentarse a la muerte a través del sexo y la religión como Alma, porque está presa de dicha máscara.

Las dos mujeres irán desgranando sus recelos hasta manifestar que son una única persona. A mitad de película la cinta se quema. ¿Qué nos quiere decir? Bergman nos recuerda que la película –el arte– es una irrealidad. El cine como ilusión. Un espejismo. Como Alma.
José Manuel Barba Márquez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow