Media votos
6.3
Votos
1,942
Críticas
15
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de juan albarran:
6
7.5
1,247
Thriller
Un fiscal investiga la clave del funcionamiento de una organización secreta que ha acabado con la vida de un jefe de Estado. Un film basado en el asesinato de John Fitzgerald Kennedy y la posterior investigación del magnicidio. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2012
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me predispuse a ver esta película tras las lectura de las críticas de esta sección, con alguno de cuyos autores me identifico en gustos y percepciones. En principio ni Vernuil, ni Montand (magnífico en El multimillonario ) me llamaban demasiado la atención.
Para ir al grano:
1. La película la salva exclusivamente el oficio del director. Eso sí oficio, no arte.
2. El guión está lleno no ya de situaciones inverosímiles o casuales, si no directamente absurdas. Comentaré algo en el spoiler.
3. La música de Morricone es la peor que recuerdo de este maestro, llegando a ser en algún momento "ruidosa" y molesta.
4. En el argumento, ya de por sí bastante visto, resalta la exposición bastante didáctica del estudio de la Universidad sobre el sometimiento, voluntario y sin contestación, del ciudadano a los "criterios" de la autoridad política.
5. Se podría ver una similitud a lo que acontece en nuestros días con Garzón. Como en nuestra actualidad, el fin no justifica los medios, y como en el caso del ya ex-juez, le cuesta al protagonista, en la película, algo más que su carrera profesional.
6. Sí es verdad que no resulta aburrida.
En fin, espero que para ser mi primera crítica, no os disguste demasiado
Para ir al grano:
1. La película la salva exclusivamente el oficio del director. Eso sí oficio, no arte.
2. El guión está lleno no ya de situaciones inverosímiles o casuales, si no directamente absurdas. Comentaré algo en el spoiler.
3. La música de Morricone es la peor que recuerdo de este maestro, llegando a ser en algún momento "ruidosa" y molesta.
4. En el argumento, ya de por sí bastante visto, resalta la exposición bastante didáctica del estudio de la Universidad sobre el sometimiento, voluntario y sin contestación, del ciudadano a los "criterios" de la autoridad política.
5. Se podría ver una similitud a lo que acontece en nuestros días con Garzón. Como en nuestra actualidad, el fin no justifica los medios, y como en el caso del ya ex-juez, le cuesta al protagonista, en la película, algo más que su carrera profesional.
6. Sí es verdad que no resulta aburrida.
En fin, espero que para ser mi primera crítica, no os disguste demasiado
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Los amantes del Thriller estamos acostumbrados a enfrentaros a historias más o menos forzadas y con situaciones a veces poco creíbles, pero ahí está el arte del director, guionista, etc.
Pero en esta película, desde el principio, chirría y llama poderosamente la atención:
1. Es absolutamente inverosímil que una Comisión de Investigación sobre un crimen de Estado,(formada por el jefe de los servicios de inteligencia, el ministro de justicia, el Jefe de Estado Mayor, ...), donde discrepa de su resolución uno de sus miembros(el Procurador o Fiscal General), se preste a acudir a un programa de TV a debatir entre sí y con la "prensa internacional" sus discrepancias. La escena es como mínimo bastante ingenua.
2. Es absolutamente inverosímil que los conspiradores, después de localizar y comprar una película de un aficionado que recoge el asesinato, deje que este conserve una copia y lo dejen además con vida. Llama además la atención, que después de pedir el Procurador por TV que el ciudadano que hizo una película la entregue a la Procuraduría, ofreciendo una recompensa, los conspiradores, tan organizados por otra parte, se queden tan panchos y no hagan nada, máxime cuando.
3. No tienen ningún complejo por asesinar, no sólo ya al Presidente, sino a cualquier testigo: los ocho o nueve testigos presenciales que aparecen en las imágenes de televisión que se presentaron a declarar a la Comisión de Investigación. Por cierto es poco creíble que después de localizar y matar a éstos, dejen sin buscar y asesinar al que queda por no comparecer en la Comisión, objetivo que sí consigue el Procurador mediante anuncio en TV, ante el que los conspiradores vuelven a no reaccionar.
Cualquier conspirador serio, que hasta tiene preparada la desaparición del Procurador, no suele dejarse estos cabos sueltos tan elementales. Didier Decoin y Henri Verneuil, no estuvieron muy finos.
Pero en esta película, desde el principio, chirría y llama poderosamente la atención:
1. Es absolutamente inverosímil que una Comisión de Investigación sobre un crimen de Estado,(formada por el jefe de los servicios de inteligencia, el ministro de justicia, el Jefe de Estado Mayor, ...), donde discrepa de su resolución uno de sus miembros(el Procurador o Fiscal General), se preste a acudir a un programa de TV a debatir entre sí y con la "prensa internacional" sus discrepancias. La escena es como mínimo bastante ingenua.
2. Es absolutamente inverosímil que los conspiradores, después de localizar y comprar una película de un aficionado que recoge el asesinato, deje que este conserve una copia y lo dejen además con vida. Llama además la atención, que después de pedir el Procurador por TV que el ciudadano que hizo una película la entregue a la Procuraduría, ofreciendo una recompensa, los conspiradores, tan organizados por otra parte, se queden tan panchos y no hagan nada, máxime cuando.
3. No tienen ningún complejo por asesinar, no sólo ya al Presidente, sino a cualquier testigo: los ocho o nueve testigos presenciales que aparecen en las imágenes de televisión que se presentaron a declarar a la Comisión de Investigación. Por cierto es poco creíble que después de localizar y matar a éstos, dejen sin buscar y asesinar al que queda por no comparecer en la Comisión, objetivo que sí consigue el Procurador mediante anuncio en TV, ante el que los conspiradores vuelven a no reaccionar.
Cualquier conspirador serio, que hasta tiene preparada la desaparición del Procurador, no suele dejarse estos cabos sueltos tan elementales. Didier Decoin y Henri Verneuil, no estuvieron muy finos.