Mike Flanagan ha demostrado ser uno de los directores más promisorios del terror psicológico de la última década. Tras su debut con ‘Absentia’ (2011) y luego ‘Oculus’ el 2013, dos títulos más que interesantes y muy bien ejecutados, era su oportunidad de demostrar su talento con un proyecto de mayor presupuesto y con uno de los actores más cotizados del momento, a pesar de su corta edad.

‘Before I Wake’, también conocida como ‘Somnia’ o ‘Antes de Despertar’ en español, se nos presenta como un thriller fantástico, sobre una pareja que, tras la pérdida de su hijo, adoptan a Cody (Jacob Tremblay), un niño que hace realidad todos sus sueños, regalándole la posibilidad a sus padres adoptivos a vivir experiencias mágicas, como reencontrarse con su hijo ya fallecido. Sin embargo, giramos cuando también las pesadillas de Cody comienzan a apoderarse del mundo terrenal.

La originalidad siempre ha sido la firma en las historias escritas y dirigidas por Flanagan, siempre con un hecho o elemento en particular como eje para el desarrollo de la trama (una desaparición en ‘Absentia’, un espejo en ‘Oculus’). Esta vez, ‘Before I Wake’ se pasea entre el terror y el suspenso psicológico para contarnos un drama familiar y abordar el dolor de una pérdida, quizás la más dolorosa de todas. Son Jessie (Kate Bosworth) y Mark (Thomas Jane) los primeros protagonistas de una historia contada de manera correcta, ubicándonos fácilmente en el contexto en el que se desarrolla la vida de esta pareja post pérdida y también la vida de Cody.

La cinta se plantea con una primera mitad llena de momentos mágicos y sumergida principalmente en el drama y el misterio, donde el trabajo de Jacob Tremblay (‘Room’) vuelve a ser lo más destacado en pantalla, con una espontaneidad y ternura que envuelve a su personaje de una naturalidad muy necesaria para este tipo de filmes, sin embargo, poco a poco Tremblay pierde protagonismo para dar paso al horror y desenterrando el gran secreto que esconde la trama principal de la cinta, donde nos acercamos mucho más al formato clásico del género, con apariciones sorpresivas y un ritmo que decae tras lo ofrecido en su primera mitad. El resultado final, si bien algo predecible, consigue darle forma y un correcto cierre a una historia que, como lo dicho, respira cierta creatividad que se extraña en las cintas de terror ofrecidas últimamente por las salas de cine comercial.

Con una banda sonora a cargo de los genios Danny Elfman y los hermanos Newton, ‘Before I Wake’ aprueba por su sobria puesta en escena, pero pierde en el camino al beber en exceso del melodrama e insistir de manera forzada en la búsqueda de un mensaje sobre el amor y la trascendencia de las pérdidas tempranas. Mientras tanto, aunque algo desaprovechado en esta oportunidad, Jacob Tremblay sigue confirmando que su talento y carisma no tienen límites.


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