¿El argumento? Un descojone. El guión es de lo más insulso, facilón y tramposo que se puede encontrar. Está repleto de ideas a medio desarrollar y da la impresión constantemente de que puede pasar cualquier cosa en la película. Pero no porque tenga una inventiva espectacular, sino porque en medio minuto te presentan una minihistoria completamente gratuita que justifica los siguientes diez minutos y a otra cosa. ¿Que el protagonista va a ser linchado? Sin problemas, que salve a un dientes de sable dos minutos antes (en una escena que en sí es un chiste) y éste le devuelva el favor; ya tenemos, gracias a una pinturita que ha aparecido en la piedra de al lado, una profecía que justifica que salve el pellejo y le sigan todos como ovejas. ¿Que queremos añadir emoción a la trama? Pues otra profecía con el cuento de nosequé marca, que resulta que la tiene la chica. Y si estas ideas sirvieran de algo, si realmente tuvieran un impacto en la trama, llegaría a entenderlas. Pero es que luego se ve que para ganar a la tribu de los malos no hacía falta inventarse el rollo del amigo de dientes de sable ni lo de las cicatrices. No sirven de nada, sólo están ahí para el momento, pero se les dota de una trascendencia tal ("el elegido", "la marca de la destrucción") que al ver cómo se olvidan en tres o cuatro minutos me quedo con cara de idiota.

Otra cosilla que tiene sus bemoles es el ritmo narrativo de la película. No es que tenga altibajos, es que no existe. Las escenas de la persecución a los malos son de lo más soso que se puede encontrar; mucha presentación en plan épico y luego los encuentran en un par de minutos (aunque visiten todos los ecosistemas terrestres habidos y por haber), pelean un rato y se queda nuestro héroe solo con el profe. Conocen a cuatro gatos que se les unen y vuelven a ver a los malos, que huyen en barcos. Después de perderse por el desierto durante días (porque lo dice la voz en off, que si no no me creo ni que hayan empezado a caminar), encuentran la ciudad. No hacen nada, pero muere el profe y eso cambia las cosas. Cinco minutos escasos de pelea y ganan. Y ya está. No hay tensión, ni emoción. Pasa lo que tiene que pasar, pero todo el dramatismo de la búsqueda se ve dañado cuando simplemente pasan de un escenario a otro, y de una idea a otra, sin más transición que una narración torpe en voz alta que quiere hacer creer que llevan la tira de tiempo en ello.

Y qué finalazo, señores. Cuando ya parecía todo perdido, cuando la chica ya abandonaba nuestro mundo, surge la Vieja Madre y la suplanta, permitiendo que resucite en los brazos de su amante. ¿Qué importará que no se dijera ni mu sobre esto durante todo el metraje, y que ni siquiera se insinuara esa idea? Simplemente pasa, magia potagia y final feliz.