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Voto de antonio1004:
7
Drama En 1924, con sólo 29 años, J. Edgar Hoover fue nombrado director general del FBI para que reorganizara la institución. Obsesionado con detener a comunistas, gángsters, delincuentes y a cualquiera que fuera un peligro para la nación, Hoover ocupó el cargo hasta su muerte en 1972, sobreviviendo a siete presidentes, alguno de los cuales intentó inútilmente destituirlo. Los archivos que guardaba celosamente, llenos de secretos inconfesables ... [+]
7 de febrero de 2012
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mayores aciertos de J. Edgar es el de posicionar la narración desde el punto de vista del propio Hoover. Este gesto, tan perverso como honesto, nos ayuda a entrar en las profundidades de su atormentada vida, desvela los secretos y mentiras que él, como reflejo da la sociedad americana, trató de ocultar por lo que creía el bien de su cargo y de su país. Clint Eastwood lejos de acusarle, empatiza con este ambicioso personaje, tan poco honorable y miserable al mismo tiempo, pieza clave para entender los problemas políticos y sociales que acontecieron a lo largo del siglo pasado en los Estados Unidos. Quizás esta sea la razón por la que la propia crítica y el público norteamericano no hayan compartido su entusiasmo por el film, no alcanzan a entender que Clint no solo se identifique con él, sino que lo muestre sin pudor como un monstruo a nuestros ojos, pues al fin y al cabo, el monstruo también forma parte de ellos.

El controvertido guión de Dustin Lance Black (ganador del Oscar por Milk y reconocido activista gay) arroja con discreción una impúdica mirada a la vida y personalidad del Hoover más íntimo. No es un guión gratuito ni polémico, como tampoco pretender ser uno fidedigno, pero si uno valiente con el que Eastwood aborda con complejidad no solo la vida del fundador del FBI, sino los entresijos de unos Estados Unidos de los que fue juez y parte en su lucha por el poder. A través de los recuerdos más íntimos y los fantasmas de Hoover, se nos muestra su lucha por proteger un sueño americano que en el fondo es una pesadilla. En sus casi cincuenta años como director del FBI vivió desde la lucha contra el crimen organizado y la ley seca, hasta el asesinato de Kennedy, pasando por la caza de brujas, por lo tanto, habríamos de considerar que llegado cierto punto, la biografía de Hoover no es solo la de su vida, sino que es prácticamente la de todo un siglo.

Si hay un elemento que se apodera de la película, aparte de la convencida interpretación de Di Caprio, es el uso de la fotografía como metáfora. Esta, repleta de claroscuros, no podría ser más adecuada para dotar de atmósfera y capas a una obra que saca a la luz turbios momentos de la vida de Hoover y de la propia historia norteamericana, desde Roosevelt a Nixon, por lo que J. Edgar no solo resulta una película necesaria para superar el pasado, sino una fundamental para comprender el presente.
antonio1004
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