Ante las tonterías que se pueden leer en las críticas sobre la película, me dispongo a hacer una contracrítica.
Para nada es una peli progre como nos querían vender desde cierto sector de la sociedad. Más bien al contrario diría que defiende unos valores tradicionales.
Enunciemos algunos de los valores presente en la película: el valor de la familia, la búsqueda de la verdad (una verdad, no verdades), la importancia de hacer lo correcto, la responsabilidad propia, las cosas importantes son las que perduran en el tiempo. Y sí, el amor romántico también tiene cabida en esta película. Ya ven ustedes, muy progre ella.
En cuanto al terreno audiovisual, la animación está realmente cuidada, con unos fondos hiperrealistas, especialmente el agua, y una banda sonora que cumple en su gran mayoría. Quizás no haya canciones tan pegadizas como un par de la primera(aunque eso habrá que juzgarlo con el paso del tiempo), pero hay canciones muy buenas.
A mi parecer, esta película es mejor que la predecesora, aunque habría admitido más metraje para profundizar más en aspectos que no quedan bien desarrollados y por los que me es imposible juzgar las decisiones de algunos personajes. Hubiese sido de agradecer que se nos mostrara un poco más de la vida de los protagonistas antes y después de la aventura (algo de lo que adolecen la mayoría de películas).
Olaf, quien para algunas críticas se hace demasiado pesado, aporta la parte cómica a la película, conectando de manera fácil con el público infantil y destensando una historia que podría ser demasiado intensa para los niños de otra forma.
Resumiendo, una muy buena película de animación, que muestra valores tradicionales, divierte, emociona y entretiene.