Almodóvar nunca ha sido de mis directores predilectos, de lejos. Pero he disfrutado más o menos con algunas películas suyas, como "La ley del deseo", "Todo sobre mi madre", "Volver", "¿Qué he hecho yo para merecer esto"? o "Mujeres al borde de un ataque de nervios".

Muchos directores deslumbran con su primer largometraje, con su "opera prima". No es su caso. Fue rodada durante casi dos años, con tres duros y entre amigos; pero eso no tiene por qué ser malo: lo peor es que "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" es una película inconexa, soez y desagradable que sólo tiene valor como testimonio gráfico de lo que fue aquello de la "Movida madrileña".

Amén de mostrar las respetables tendencias sexuales (heterosexualidad , bisexualidad, homosexualidad, lesbianismo), también aparecen toda clase de perversiones (coprofilia, sadomasoquismo, violaciones, etc), de milagro no sale la pedofilia; aunque "Alaska" tenía 16 años cuando se rodó la película, dato que sin duda hoy sería mucho más problemático que entonces.

El propio Almodóvar también sale, como acostumbraba en sus primeras películas; aquí apenas contaba 30 años y estaba empezando en esto; desde luego se nota, pues muchas veces se aprecia cuando la cámara está torcida , o corta planos, y el sonido es bastante malo, prácticamente el mismo que los cortos que teníamos que hacer en el instituto.

En resumen, será todo lo "película de culto" que se quiera y se disculparán muchas cosas por ser Almodóvar, pero, repito, sólo tiene valor como testimonio gráfico de aquellos años salvajes (y hasta cierto punto maravillosos) o por ver cómo empezaron destacadas actrices como Carmen Maura, Kiti Mánver o Cecilia Roth. Pero eso no quita para que sea una mala película poco recomendable. "Arrebato" (Iván Zulueta, 1979), siendo otra ida de olla made in Movida, es un largometraje barato, bastante mejor y mucho más fascinante que esta "Pepi".