Durante los noventa, estaba muy de moda sacar peliculas de este estilo. Thrillers, con toques judiciales que buscaban sorprender al espectador con giros más o menos bien trazados y repartos plagados de estrellas de primer nivel. Debo decir que, aunque esta película cumple con algunas de esas características, no es precisamente de las buenas.

Aquí nos encontramos un thriller judicial, sí, pero es tal su búsqueda e intención de rizar el rizo que acaba cayendo en la absurdez y la inverosimilitud en muchas ocasiones. Y este hecho me parece grave en este tipo de propuestas ya que, normalmente, pretenden parecer "realistas" e intentan que el espectador entre en el juego de descubrir dónde esta la trampa antes de que la película resuelva.

Hay que decir, eso sí, que la película no aburre en ningún momento. En cuestiones de ritmo si funciona como un tiro. Y también que el reparto defiende bastante bien y hasta donde puede este más que cuestionable guion (especialmente un Ed Harris que se sale y que, ojalá, hubiese tenido más metraje) pero no creo que eso sea suficiente para elevar el nivel de la cinta. En mi opinión, nos encontramos ante una película de aprobado justito y poco más.

Si sois muy fans de este tipo de cine, podéis mirarla. No os hará daño porque, como digo, al menos es muy entretenida. Pero más allá de eso no esperéis calidad ni un guion bien trazado. Una pena.