Qué fascinante resulta ver una y otra vez esta peli (aunque yo prefiero una sesión doble con el Volumen 1); es sumamente agradable asistir a uno de los escasísimos ejemplos de cómo un creador puede transmitirnos su pasión por el cine, a la vez que se nos permite disfrutar de un despliegue de talento y cinefilia sin parangón. Frente a la acción a raudales que se nos había ofrecido en la primera dosis, con esas magníficas coreografías de lucha, sobre todo la que mantiene la Novia con O-Ren Ishii y los 88 Maniacos, aquí nuestra Mamba Negra abandona su magnífico mono amarillo, y, aunque sigue persiguiendo su destino, a través de las estaciones de su particular venganza, esta especie de mezcla entre spaghetti western y peli de Kung Fu da un giro hacia el intimismo, hay mucho más diálogo, lo que, tratándose de Tarantino, es de agradecer. Es un placer asistir al devenir de los personajes, ese Budd hastiado de la vida, siempre a la sombra de su hermano, o esa Elle Driver, ejemplo claro de la envidia del "quiero y no puedo ser como tú", o que se nos permita contemplar un flashback en el que se nos cuenta el entrenamiento al que somete Pai Mei a nuestra asesina preferida (lo que utilizará para librarse de alguna situacion comprometida). Pero todo esto no es más que un camino plagado de obstáculos, en el que el extremo tiene un nombre: Bill; Bill es la luz al final de la lucha, matar a Bill es el objetivo, pero...¿qué hay más allá? En el esplendoroso capítulo final se nos cuenta todo esto, es un auténtico prodigio de ritmo, o mejor, de suavidad, todo fluye, respiran los personajes de Beatrix y Bill, se permiten conversar (qué absolutamente brillantes son las divagaciones finales en boca de Carradine), siempre hay lugar para el reposo del guerrero antes de la batalla final.
Lo mejor: la estética y la mentalidad de los personajes, las katanas de Hattori Hanzo, el contraste entre la caravana en el desierto, un desolado paisaje en el que los ojos azules de Uma anuncian la muerte, bajo unos acordes que nos traen a la memoria el cine de Sergio Leone,y la mansión mejicana de Bill, plagada de luz, de orden, de Feng Shui, pero en la que se va a luchar a muerte, el destino incierto de una antes tuerta y ahora ciega Elle, el hambre de futuro que se anuncia en B.B. y su mami.
Lo peor: que se acaba.