Una de las pelis más emblemáticas del último lustro del pasado siglo; Peter Cattaneo narra con una sensibilidad especial la situación dramática que se vivió en Sheffield en los tiempos de la reconversión industrial inglesa. Se nos cuenta una historia mínima, anecdótica, la de unos parados que se conjuran para ofrecer un streptease, en principio como un método para conseguir un dinero rápido, pero luego evolucionando hacia una reafirmación personal, es decir, reivindicando su status como personas frente a esa mecánica socioeconómica que les ha robado casi todo.
A pesar de la brevedad de la historia, la cosa tiene su mérito, esa visión optimista dentro del dramatismo que se está viviendo, mérito atribuible también a los actores, sobre todo a los que protagonizan la peli, Robert Carlyle y Mark Addy, quienes construyen unos sobrebios personajes, con sus problemas, sus inseguridades, pero, sobre todo, unidos frente a la desgracia en ese proyecto que les ayudará a olvidar, al menos durante un tiempo, la miseria que ha invadido sus vidas.