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España España · Oviedo
Voto de babayu:
5
Drama Jimmy Smith, alias "Rabbit", vive en un barrio pobre de Detroit donde predomina la población negra. Él es un chico blanco apasionado por el hip-hop. Tiene problemas con su novia, pasa apuros económicos y sus relaciones con su madre no son muy armoniosas. Su única válvula de escape es la música. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2008
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera sensación que tuve tras ver esta historia fue la de haber asistido a un espectáculo exótico, una especie de documental dramatizado acerca de una expresión cultural que para mí resulta profundamente desconocida, como es el mundillo éste del rap. Por otro lado, me acerqué a la peli atraído por la figura de Eminem, un cantante de tremendo éxito ensalzado por geniales escritores como el nobel Harold Pinter, aunque yo apenas había traspasado la frontera de escuchar (e intentar entender) alguno de sus rapeos.
El director, Curtis Hanson, venía de rodar una auténtica obra maestra, L.A. Confidential, y otra muy buena peli, Jóvenes Prodigiosos, por lo que las expectativas eran altas; pero, tras acabar los títulos de crédito, me sentí un poco decepcionado: una peli del montón, que nos cuenta la historia de un chaval de barrio, con todo lo que ello conlleva (familia desestructurada, problemas sociales de diversa índole, la búsqueda de una autoafirmación personal dentro de la deshumanización propia de los patios traseros del capitalismo, etc), que utiliza la música como una válvula de escape para tomar distancia de la fea y triste realidad. El problema precisamente es la música: ese estilo, profundamente primitivo, en el que el talento de los artistas a la hora de rimar se impone de manera absoluta sobre el resto de los aspectos del trabajo musical, me resulta tan, tan ajeno, que apenas me permite implicarme en lo más llamativo del metraje, las batallas de rapeos entre los distintos gangs (lo que me ha hecho recordar que, en nuestra propia tradición musical, eran muy habituales este tipo de "combates" entre poetas y músicos callejeros). Tampoco la peli funciona muy bien en el aspecto de la crítica social, que se queda en la mera anécdota; los barrios de la ciudad del motor, Detroit, dan para bastante más de lo que aquí se nos ofrece (por ejemplo, el documental Roger and Me, de Michael Moore, que nos muestra un retrato terrible de Flint, una de las ciudades satélite de Detroit).
Una cosa sí me ha atraído, poder disfrutar de las letras subtituladas de los temas de la peli, para poder apreciar, obviando la carga de ira (demasiados insultos, demasiado racismo, homofobia, etc) y/o rabia contenida en ellos, y vislumbrar cierto talento bastante más literario que musical.
babayu
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