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España España · Oviedo
Voto de babayu:
8
Comedia Tres pequeñas historias basadas en concursos radiofónicos, todas ellas enlazadas a través del locutor Gabriel y su prometida. Dos inventores que quieren patentar un pistón y necesitan dinero, un ladrón que contesta a una llamada telefónica mientras está robando y un niño que necesita ir a Suecia para operarse son los protagonistas de estas historias en torno a la radio. (FILMAFFINITY)
28 de marzo de 2009
27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente nos hallamos ante la que sea la única película notable de José Luis Sáenz de Heredia, un controvertido cineasta cuyo grueso de su obra se desarrolló bajo el ala, y a mayor gloria y pro, del nacionalcatolicismo imperante durante cuatro décadas en España.
Una vez dicho esto, centrémonos en la peli: con ciertas reminiscencias "caprianas" es una notable comedia costumbrista, articulada en torno a la radio, maravilloso invento "sine qua non" se puede entender las relaciones sociales y la comunicación en los grises años cincuenta. A través de cinco historias, tres centrales (la de los inventores, la del ladrón y el casero, y la del maestro concursante) y dos "transversales" (los dos inquilinos de esa pensión que todas las mañanas ejercitan sus orondos y anquilosados cuerpos siguiendo las instrucciones de la radio, y la del locutor chulillo y pagado de sí mismo que está enamorado de una compañera de la emisora) asistimos a una interesante recreación de lo que significaba en la época un aparato de radio, y cómo ello influía en la vida cotidiana de un país que sufría una posguerra devastadora unida a un atraso endémico (para muestra, ese Horcajo de los Montes, pueblito perdido de la mano de Dios).
Evidentemente no hay lugar para la menor crítica, sustituida por una suerte de realismo mágico y "milagrero", en el que se pinta de la mejor manera a las "fuerzas vivas" de la nación, tanto a los curas (de una humanidad arrolladora), como a la Guardia Civil, al alcalde, etc, aunque la amabilidad extrema de ese retrato social deja pasar pequeñas perlas como la insólita pobreza del maestro de escuela o eso de que "el Estao está pa hacer carreteras, pantanos y llevarse los dineros".
Obviando la antipatía que se pueda tener hacia un tipo capaz de hacer Raza o Franco: ese Hombre, la interesante estructura narrativa y el optimismo un tanto "naïf" que se respira de la peli la hacen muy recomendable, sobre todo para las nuevas generaciones que sienten reparos al acercarse al cine del "lado oscuro".
Ah, y junto a curiosidades como ver a estrellas de la época (el torero Gallo, el futbolista Molowny, la cantaora Gracia Montes o el locutor Bobby Deglané) podemos disfrutar de grandísimos actores como Paco Rabal, Pepe Isbert, Tony Leblanc o Ángel de Andrés, aparte del placer de contemplar una perfecta muestra de cómo se hacía radio en la época (y estoy seguro que Woody Allen tuvo en cuenta para sus Días de Radio el segundo segmento de la peli).
babayu
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