Ahora que muchos se arriman al cine mexicano bajo la excusa de nombres como Guillermo del Toro o Iñárritu, es bueno recordar importantes hitos de la filmografía azteca.
Es allí donde no puede faltar el nombre de Jorge Fons que con dos grandes filmes ("El callejón de los milagros" y "Rojo Amanecer") preparó el camino para el reconocimiento internacional de un cine siempre olvidado.
Con "El callejón de los milagros" asistimos a una de las mejores propuestas de los 90, una propuesta en la que vemos una mirada social compleja y degrada, bajo una estructura novedosa y fragmentada. "El callejón" de Fons no es una simple adaptación (que pone en relevancia las vinculaciones entre el mundo árabe-egipcio y el español-latinoamericano), sino una aguda reformulación que pone de relevancia la triste realidad de la pobreza. Es "La Colmena" que Cela hubiera podido escribir sobre el D.F.
Es increíble el modo en que Fons dialoga con el melodrama, la telenovela y los trasciende. Y lo hace adelantando el procedimiento estructural de "Amores perros". Lo que en una es el accidente de autos aquí es la partida de dominó. Tres capítulos se inician con esta secuencia para avanzar por tramas paralelas. He aquí el legado que Iñárritu retomaría años más tarde. Si esto no fuera suficiente, el mero listado de estrellas ya sirve de atractivo. Con respecto a las críticas a la Hayek, bueno, hay que tener en cuenta que es su primera actuación en cine tras la telenovela "Teresa". Estaba, pues, muy verde. Eso, en efecto se nota y hace desigual el nivel de interpretación. A pesar de lo cual es tan brillante el guión y tan poderoso su mensaje que lo supera.
Película, pues, para reivindicar el cine mexicano de los 90.