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España España · K-PAX
Voto de PROT:
9
Intriga. Drama Siglo XIV. Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo, el novicio Adso de Melk (Christian Slater), visitan una abadía benedictina, situada en el norte de Italia, para esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo de Otranto. Durante su estancia, desaparecen misteriosamente otros monjes que después aparecen muertos. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2008
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cautivadora y sin fisuras, El Nombre de la Rosa va a enamorar a todos los seguidores de las películas de suspense, a los fans de las construidas de manera equilibrada, a los apasionados del mejor cine y a los que persiguen sólo entretenimiento del más sano.
Un Connery al que Eco no quería y se comió a todos con patatas en la que con toda posibilidad sea su mejor actuación, un Christian Slater con tonsura por entonces voluntaria completamente enamorado de una Valentina Vargas felina y bella, un magnífico Murray Abraham bordando otro papel de villano, un Michael Lonsdale solvente e hipnótico que parece haber pasado toda la vida entre los muros de una Abadía, un Ron Perlman constituido de manera definitiva en el monstruo oficial del Séptimo Arte, un Feodor Chaliapin Jr asombroso como malo malísimo y un elenco de secundarios recogidos por todo el mundo para adaptarse a las necesidades de un Annaud en estado de gracia, hacen de el Nombre de la Rosa una de las cintas indispensables en todas las videotecas que se precien.
No sé si es a causa de que las sotanas de los monjes fueran encargadas a los descendientes de aquellos que las venían fabricando desde el Siglo XIII, a causa de la ambientación milagrosa, a causa del inconmensurable guión, a causa de la divina banda sonora de Horner o a causa de lo logrados que están los manuscritos y sus iluminaciones, pero con El Nombre de la Rosa el espectador puede sentirse en todo momento como un paseante privilegiado y oculto por todo lo ancho y todo lo largo del más profundo Medievo.
Da tan buenos resultados la conjunción de personajes históricos tan oscuros y controvertidos como Ubertino da Casale con otros tan ficticios como luminosos como Guillermo de Baskerville que ya es difícil imaginar un período tan llamativo de la Historia sin un detective como al que da vida ese ser aventajado al que conocemos como Sean Connery.
Si al abrir la novela de Umberto Eco el lector puede sumergirse de lleno en el Siglo XIII, con la película de Jean Jacques Annaud los más hermosos muchachos llegarán a sentir en la nuca el resuello fatigado y pedregoso de Berengario da Arundel.
PROT
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