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Voto de PROT:
9
11 de enero de 2024
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Es una película sobre la mafia tal y como se le contaría el asunto a un niño de tres años, y es que a John Houston, aventurero y casi omnisciente, apenas se le escapaba nada. También, por supuesto, es una película, y una comedia, maravillosa.
EL HONOR DE LOS PRIZZI llegó a las pantallas del planeta Tierra en 1985, fue nominada en ocho categorías de los premios Óscar y se hizo con la estatuilla a la mejor actriz secundaria, galardón que fue a parar a las vitrinas de doña Anjelica Houston, hija de la criatura, que también en esta historia de gánsters y cuchilleros parece más Morticia Addams. A su lado, como un Gómez sin bigote, Jack, haciendo de Nicholson; Robert Loggia, preparándose para saltar de una tecla a otra del piano; William Hickey, que ha de pasar a la historia como Ubertino da Casale, citado por Dante; y Kathleen Turner, una de las actrices más fascinantes, una de las mujeres más fascinantes, de la década de los ochenta del extinto siglo xx. En un mundo perfecto no habría artritis reumatoide y no pocos habríamos continuado disfrutando de tamaña misuriana y sintiendo, como es lógico, algo de fuego en el cuerpo.
EL HONOR DE LOS PRIZZI llegó a las pantallas del planeta Tierra en 1985, fue nominada en ocho categorías de los premios Óscar y se hizo con la estatuilla a la mejor actriz secundaria, galardón que fue a parar a las vitrinas de doña Anjelica Houston, hija de la criatura, que también en esta historia de gánsters y cuchilleros parece más Morticia Addams. A su lado, como un Gómez sin bigote, Jack, haciendo de Nicholson; Robert Loggia, preparándose para saltar de una tecla a otra del piano; William Hickey, que ha de pasar a la historia como Ubertino da Casale, citado por Dante; y Kathleen Turner, una de las actrices más fascinantes, una de las mujeres más fascinantes, de la década de los ochenta del extinto siglo xx. En un mundo perfecto no habría artritis reumatoide y no pocos habríamos continuado disfrutando de tamaña misuriana y sintiendo, como es lógico, algo de fuego en el cuerpo.