El director de la entretenidísima "Plan de vuelo desaparecida", Billy Ray, nos ofrece este film menor, basado en hechos reales, sobre el peor espía que ha padecido la inteligencia de los Estados Unidos. Lo mejor de la película es su protagonista, el ganador del Oscar Chris Cooper, que ofrece una magnífica interpretación sobre un personaje muy complicado, que por un lado es un devoto religioso hasta el exceso mientras que por otro se comporta como un traidor y un vicioso, una doble personalidad ésta que le hará derrumbarse en momentos puntuales. Del resto de la producción hay muy poco que decir, ya que si bien es aceptable que la historia mantenga un ritmo lento y pausado habida cuenta del sentido de realismo que se pretende otorgar al relato, en esta misma línea no es de recibo las forzadas situaciones en las que un novato, Ryan Phillippe, consigue ganarle la partida a todo un as de espías que lleva engañando a todo el mundo mucho tiempo. Únicamente destacar una pequeña perla, la breve pero intensa aparición de Dennis Haysbert, o lo que es lo mismo, del gran David Palmer de "24", un actor de gran presencia en pantalla. Pero, por lo demás, no habría pasado nada si "El espía" hubiera salido directamente a las salas de video-club.