Tenía ganas de ver esta película. La idea me parecía interesante y el hecho que fuera japonesa también. Imaginaba que sería una historia con mucho sentido del humor o que te removiera algo en tu interior por poquito que fuera. Pues ni una cosa ni otra. La sensibilidad y delicadeza nipona no se ve por ninguna parte. Muchas de las escenas me han parecido desagradables. La historia no tienen ningun contenido, ni en plan cómico, ni en plan cuento de hadas, ni nada de nada. El autor pretende hacerse el sensible y hacernos creer que nos cuenta una gran historia de soledad, etc. pero la verdad es que yo salí del cine con una mezcla de vacío y mal rollo. Me quedé con la sensación de que los tios que salen en esta película ( asesinos en serie en potencia ), son renegados, amargados con el mundo que les rodea, seguramente sin motivo, solo porque no tienen narices de afrontar y solucionar sus problemas, y para ello se aprovechan de una muñeca hinchable, que la pobre ni siente ni padece. Ninguno de los personajes me dió pena, más bien lo contrario. Debe ser que el autor de esta peli disfruta con la fantasía sexual de tener a la mujer esclava de sus antojos.