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España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Acción. Thriller Tras un accidente en el que sólo consiguió salvar la vida del Presidente Asher (Aaron Eckhart), el agente del Servicio Secreto Mike Banning (Gerard Butler) decide dejar su puesto para trabajar en el Departamento del Tesoro. Pero, cuando un comando norcoreano liderado por Kang (Rick Yune) ataca la Casa Blanca y toma como rehenes al Presidente y a su equipo, Banning se verá obligado a entrar de nuevo en acción. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque vaya matraca la de Antoine Fuqua con la banderita y la música de es-un-momento-épico, la patria como ente superior y el presidente, ¡oh, el presidente de los Estados Unidos!, a quien tratan todos mejor que a un rey, con una lealtad y un amor que ya hubieran querido para sí muchos monarcas de la Historia. De verdad, he quedado exhausta, y no por la tensión dramática, sino por el trillado mensaje de somos-el-mejor-país-del-mundo. Lo critico sin acritudes, que conste, pero comprenderán los creadores de esta película que en el resto del mundo su idea nacionalista nos resbale un poco.

Así, «Objetivo: la casa blanca» es lo que es: una americanada en toda la extensión de la palabra. Lo cual también quiere decir que es más entretenida que aburrida, porque entre tantos tiros, tanta gente en riesgo de morir, con un héroe en pie de guerra y unos terroristas que odian a los yanquis, la película cumple su función dentro de su género, a pesar de sus numerosos puntos débiles. El guión comete errores de bulto, aun y a pesar de las sospechosas similitudes con «La jungla de cristal», que desde luego le queda muy lejos en todos los sentidos; por ejemplo, ese momento del terrorista haciéndose pasar por un rehén ante el héroe, que no sabe de quién se trata, es de una inutilidad increíble. Los diálogos son penosos, tipo «bien hecho, ahora salva al Presidente», y el otro «a la orden». Simplistas y ñoños a no poder más.

El apartado de acción es una lástima porque creo que hubiera quedado muy bien si al Fuqua se le hubiesen cruzado los cables y en un alarde de independencia creativa hubiera roto con esa tendencia actual de mover la puñetera cámara en todas direcciones y en todo momento. De verdad, estoy hasta el moño de tener que escudriñar la pantalla para intentar descifrar los puñetazos, las patadas y los golpes que se dan los personajes, y más en «Objetivo», donde se juega en escenarios con apenas luz, así que el plan es desastroso. El asalto a la Casa Blanca, sangriento y realista, tiene muy buenas intenciones y es posiblemente de lo mejorcito, pero una vez dentro del edificio, a ver quién se entera de algo. Más sencillez, más claridad, más tranquilidad, señores, que la adrenalina no se despierta a base de cámaras locas.

Gerard Butler encaja como héroe solitario, aunque su personaje no es que tenga mucha personalidad, todo hay que decirlo. Sin embargo, Butler transmite gran fuerza y energía, la suficiente como para creértelo matando a diestro y siniestro, lo cual no le impide acabar la jornada asesina bastante limpio y entero. Como Presidente de los Estados Unidos., Aaron Eckhart, haciendo de guaperas-héroe-político, lo que hace mucha gracia porque eso no existe en la realidad.

De todos modos, ahí dejo una idea: ¿para cuándo una película española con el presidente del Gobierno como héroe de acción? Sería un taquillazo, estoy segura.
Kaori
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