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España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Musical. Drama En 1952, muere Eva Perón, y Argentina entera está conmocionada por la desaparición de un mito. Tras una infancia difícil, Eva, una joven provinciana, se convirtió en la primera dama de la República Argentina. Alan Parker lleva su vida al cine adaptando el musical de Broadway con la música de Sir Andrew Lloyd Webber (El fantasma de la Ópera, Cats) y el libreto de Tim Rice. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2012
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
De verdad, ¿qué es esto? ¿A qué se debe una valoración tan baja? ¿Es por Alan Parker? ¿Es por Madonna? ¿Será por Antonio Banderas...? ¿Qué será? Como no lo sé y no he leído ninguna crítica que me aclare lo incomprensible, puedo pensar cualquier cosa.

Puedo pensar, por ejemplo, que «Evita» es demasiado original. Que tiene demasiada creatividad, entendida como auténtico riesgo, como ruptura inteligente, como arte que nace de una concepción del cine y del musical pocas (si no nunca) veces visto hasta la fecha. Alan Parker debió pensar que un musical no equivale a que la gente cante y cante porque sí, en números musicales prácticamente huecos. Debió pensarlo, y decidió, aunque muy elegantemente, hacer lo que le vino en gana. Y, la verdad, triunfó. Aunque muchos no lo comprendan.

Se ve que la mayoría prefiere (sólo hay que ver las notas de otros musicales, como «Moulin Rouge»); se ve, digo, que prefiere una «creatividad» limitada, encasillada, estándar y predecible; se ve que gusta más aquello que no hace tambalear los patrones establecidos, aquello que puede copiarse fácilmente, aquello que es gris, apagado, sin alma.

«Evita» cuenta con una banda sonora maravillosa, con unos actores que, sinceramente, no podrían ser otros; con una emoción palpable, con una historia solvente y con algo de esa rudeza innata que me encanta por lo intenso y con la que parece rodar siempre Alan Parker. Lo cierto es que yo le achaco al director casi todo el mérito de la película, porque me cuesta creer que una cinta donde sólo haya cuatro frases de diálogo pueda salir airosa y hasta con premio si no hay detrás un talento que sepa cómo hacerlo.

Evidentemente, el propio género la limita, y en este caso incluso la historia biográfica. De todos modos, el último tramo es brillante y tiene algunas secuencias de gran potencia visual, artística y sentimental. Como muestra, el primer discurso de Evita desde el balcón presidencial (eso es una arenga) y la secuencia donde se canta esa maravilla llamada "You must love me".

Vedla sin ninguna clase de miedo o prejuicio, porque dudo que defraude. Un musical total, y posiblemente de los mejores que se hayan hecho. En definitiva, sorprendentemente recomendable.
Kaori
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