Joe Wright dirige este thriller para Netflix con un poderoso reparto y una clara inspiración en Hitchcock. Debo decir que a mí «La mujer en la ventana» me ha entretenido más que muchos de los clásicos a los que remite, qué le vamos a hacer.

Sin ser una cosa del otro mundo, esta película tiene su mayor virtud en el hecho de que te mantiene intrigada. Es verdad que sorpresas no hay muchas. Por ejemplo, sabes quién va aser el asesino (asesinos, asesina, asesine, asesinx, asesin@) desde el principio; las dudas que se pretenden construir en torno al relato de Anna no son nada creíbles, porque hay una seguridad clara sobre lo que dice y lo que cuenta; y la parte de acción está cogida por los pelos, si es que llega a cogerse. Las cuestiones de inclusión y diversidad vienen ya por defecto y aunque es algo irrelevante para la trama en realidad siempre te mosquea, porque sí. Luego tenemos el drama, en este caso feminista, porque una mujer no puede ser la heroína de un thriller, de cualquier historia, sin que tenga que empoderarse de alguna manera y además siempre desde el drama personal o familiar, o ambas cosas. Qué pena.

Como he dicho antes, la película está inspirada en dos de los grandes clásicos del cine en general y de Hitchocok en particular: «Vértigo» en tanto a la fobia de la protagonista y «La ventana indiscreta» por obvias razones, así que muy original no es que sea desde ningún punto de vista. Sin embargo, entretiene lo suficiente como para que te preguntes qué está pasando y quieras saberlo.

Para pasar el rato.