Estaba yo asustada con «Regreso al planeta de los simios» porque me habían dicho que era buena y, sin embargo, me estaba pareciendo regular tirando a mala. Sin embargo, no os confiéis y seguid viéndola hasta el final.

Una nave de rescate llega al planeta que ya conocemos en busca del capitán Taylor, nuestro Charlton Heston. Al principio, como comprenderéis, el astronauta Brent se queda bastante desconcertado cuando ve a los simios hablar, conferenciar y luchar, y de paso se encuentra con la bella Nova, compañera de Taylor, que ha desaparecido misteriosamente. Juntos, emprenderán la exploración del planeta de los simios y descubrirán, y descubriremos, misterios que están más allá de nuestra imaginación.

Un argumento que parece tan sencillo y limitado que empieza a aburrir por lo que tiene en común con su predecesora, se convierte en la recta final en una espectacular alucinación, una pesadilla decadente de ciencia ficción tan bizarra como emocionante. Si nuestros protagonistas pensaban que este planeta de los simios era siniestro, ahora comprenderán hasta qué punto la evolución terrestre ha eliminado toda esperanza, dicen que por nuestros propia irresponsabilidad, pero al fin y al cabo el porqué es lo de menos: lo que importa es el futuro, y quizás no haya futuro cuando se han cruzado todos los límites de la locura. ¿Taylor hace lo que debe? Lo dudo, pero quién puede culparle en su desesperación.

Final inolvidable, duro y maravilloso. Redimida y salvada.