Esta fue la primera obra cinematográfica de Truffaut como guionista y desde luego dejó muy buen paladar para futuras proyecciones.

Desparrama cine, aire fresco y limpio, es sencilla y vital. Enganchas con esos jóvenes personajes, perfectamente retratados, comprensibles en su simpleza porque tienen la lógica de la edad.

Buen guión, buen gusto, buen trabajo con los actores jóvenes, merece especial atención Jean-Pierre Leaud porque continuó con Truffaut protagonizando varias películas años después y también los actores mayores, el profesor (Guy Decomble) auténtico maestro de la época nos hace recordar "Amarcord" de Fellini, y el padre (Albert Rémy) muy en su sitio, muy francés, muy adecuado.

En definitiva un film para disfrutar y que invita a seguir la trayectoria de François Truffaut, un gran director.