Nadie puede dudar de que esta película es una de las chorradazas más grandes jamás rodadas. El guión es desastroso, algunas interpretaciones dan bastante repeluco, Flipy llega a aburrir ya con tanto protagonismo...

Pero, igual que no se puede negar lo anterior, tampoco se puede decir que esta película no hace gracia. Es verdad que es un humor muy especial, no apto para todos los públicos, que en general desagrada, pero a los pocos que nos gusta, ¡nos encanta!

La película está cargada de referencias ultrafrikis, de chistes brutales y otros muchos escatológicos que, a los más tontacos, nos proporcionan un ratico superdivertido.

Lo peor de todo es que llega un punto en el que la película ha conseguido un tono, un ritmo de chistes y gags de lo más sorprendentes, hasta que se desinfla por completo y nos deleita con un final de lo más horripilante.

No obstante, yo me quedo con lo bueno, con ver a Carlos Areces en la gran pantalla, que siempre se agradece y con la fantástica banda sonora.

Recomendada solo para gente muy tontaca y muy gilipó que le encanta tragarse las bodadas que hacen gentuza como Flipy, Areces, Ernesto Sevilla y demás.


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