Sorprendente y poco conocida película de los años 80. "Sueños eléctricos" es apta para todos los públicos, ya que puede gustar a gente con gustos muy dispares.
En esta cinta se mezclan de forma magistral muchos elementos distintos que van desde la comedia con tintes románticos a avances informáticos y tecnológicos de la época.
Resulta gracioso ver las computadoras de los años 80, en comparación a como ha avanzado la tecnología hoy en día. Pero no deja de ser curioso, como el director Steve Barron, dejó filmada una cinta que, para el que no lo haya vivido, nos acerca a aquella época, mediante una historia emotiva y entretenida, con sabor a aquellos años ochenteros, acompañada de unas canciones pegadizas, que a mas de uno hará recordar con cierto cariño los lejanos años 80.

Sueños eléctricos gustará a todo aquel que se emocione con las historias románticas. Que le guste reírse con las comedias de los años 80. Que disfrute viendo las antiguas computadoras o eche de menos meter una cinta en el radiocasete y escuchar las viejas canciones de aquellos tiempos. Porque sueños eléctricos es una película altamente recomendable para todos los nostálgicos de los años 80.