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Voto de Capitán Butler:
6
Comedia. Fantástico. Aventuras. Infantil Wayne Szalinski es un científico e inventor que desarrolla una máquina que permite encoger el tamaño de los objetos. Una pelota de béisbol activa accidentalmente la máquina sobre sus hijos, que vivirán una auténtica aventura intentando atravesar el césped del jardín hasta la casa, convertido ahora en una auténtica "jungla" para ellos. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2014
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién puede odiarla? ¿Cómo olvidar esa época en donde te tragabas una y otra vez esas peliculas taquilleras, hollywoodienses sobre aventuras imposibles? ¿Qué otra cosa sino buen rollo podría transmitir la cara de Rick Moranis? Habitual de estas comedias chorras de finales de los ochenta y los noventa, fue borrado del mapa tras la segunda secuela "Cariño, nos hemos encogido nosotros mismos"

Eso es básicamente "Cariño He encogido a los niños". Puro cine fa miliar para los más pequeños, buenrrollista, ameno y con moraleja final, en este caso del padre vecino que no valoraba a su hijo lo suficiente.

En cuanto a la trama en sí, poco que añadir. El científico incomprendido Wayne Szalinski (Imposible olvidar ese nombre polaco) crea una máquina con la que consigue encoger cosas. Por accidente, sus hijos y los del vecino son encogidos, barridos y echados a la basura al final del jardín. En un tamaño en que podrían ser atacados por una hormiga, tienen que cruzarlo hasta llegar a la casa con todos los peligros que ello conlleva. Les costará día y noche, el camino estará lleno de peligros, inclemencias metereológicas y ataques de animales e insectos.

Una increíble aventura para los niños que vean la cinta, llena de sorpresas y misterios en el jardín ahora convertido en selva peligrosa. Eso es lo que viví yo en su día y estoy seguro que hoy en día causaría la misma sensación en los peques. Los efectos especiales es posible que ahora sean vistos con recelo pero en su día generaron impacto en nosotros.

Abejas, trozos de galleta enormes, riadas de barro, un escorpión que se mueve a trompicones, dormir en una ficha de lego mientras te besas con la vecina, ir a lomos de una hormiga mientras tu amigo utiliza el cortacesped con los cascos puestos y los padres colgados y suspendidos sobre el jardín ante la atónita mirada del amigo pescador del vecino con roulotte y saludito secreto. Puro cine familiar ochentero. Sino flipaste en su día con esto es que no tuviste infancia
Capitán Butler
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