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Voto de Anibal Ricci:
8
Drama. Thriller Cuenta la historia de Alicia e Ignacio, un matrimonio de uno de los barrios más lujosos de Buenos Aires, que viven junto a Gladys, su empleada doméstica, y su hijo de tres años, Santiago. Sus vidas comienzan a alterarse cuando su propio hijo, Daniel, con quien tienen una relación conflictiva, es acusado de violación e intento de homicidio de su ex esposa. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Crímenes de familia” es un muy buen título. La cinta es un drama familiar envuelto en la estructura de un drama judicial, este último situado en un tribunal, cuyos juicios van aportando la información justa en los momentos precisos, como corresponde a una intriga bien planteada. La historia en realidad esconde una doble intriga: tanto la protagonista (Alicia) como el espectador desconocen los eventos sucedidos.

El guion funciona como reloj acompañado de algunos planos muy bien logrados que ahorran metraje y explicaciones. Cecilia Roth nos hace sentir el sufrimiento de una madre, centro gravitacional de varias familias: de su matrimonio con Ignacio; de la crianza del hijo de la empleada doméstica; y hacia el final se acercará a otro núcleo familiar.

Alicia e Ignacio habitan un lujoso departamento en Recoleta (Buenos Aires) y en ese espacio frío y silencioso se ocultan verdades que todos parecen callar. Las notas de piano, con mucho espacio entre ellas, aportan cierta irrealidad a esa vida de clase alta de dos adultos que dejaron de ser cómplices con el pasar de los años.

La maternidad es abordada en múltiples aristas, algunas morales y otras judiciales, más bien penales, pero en todo momento Alicia se hace cargo de las consecuencias de los actos de las personas a su alrededor: sea del hijo drogadicto (Daniel) o de la empleada y su hijo.

El gran mérito de Sebastián Schindel es sacarle lustre al título (Crímenes de familia), pero no por el recurso del género judicial, sino enfocándose en filmar (principalmente fuera de campo) las carencias de la primera infancia para Daniel (hijo de Alicia), las carencias de Gladys (la empleada), e insinúa un futuro aciago para Martín (hijo de Daniel) y para Santiago (hijo de Gladys), ambos por no tener padres presentes durante su primera etapa de vida. En resumen, el director nos presentará dos crímenes que suceden dentro del seno familiar de un matrimonio destruido, pero Schindel está más interesado en los crímenes originales: la ausencia de los padres o el abuso de éstos, dándole a estos comportamientos un carácter criminal que la sociedad y la justicia no pueden resolver, ya sea porque en la clase alta se dejan pasar las cosas incómodas, o bien por la incompetencia de los funcionarios judiciales.

El amor filial no es el tema visible a primera vista, pero es el pilar que explica este drama familiar, sin caer en el melodrama, en eso es cuidadoso el director.

La película sanciona el abuso contra la mujer y para eso se vale de personajes masculinos débiles y maltratadores, lo cual podría ser algo manipulador, pero las fallas en la crianza de éstos, esos vacíos abismales, están tan bien resueltos por el guion que al espectador deja de importarle ese detalle.

Queda en el aire la sensación de que las leyes son un remedo de la justicia, que sólo las personas pueden hacer justicia (dentro o fuera del marco legal) y de que las leyes se ensañan especialmente con los más desposeídos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Anibal Ricci
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