Me revientan esos tres o cuatro votos cicateros que, en filmaffinity, rebajan la media de películas objetivamente buenas (ay, objetividad, esa bella y esquiva entelequia) a sencillos 8 con algo. Por suerte, en la crítica de EL PATRIOTA ocurre lo contrario: unas pocas altísimas notas la mantienen a flote con una aprobadillo alto. Bien, mi opinión es que esta película es más bien una tontorronada, estéticamente muy cuqui, gracias a la inyección de parné propia de la industria cinematográfica anglosajona, y sin nada más en el interior.
Baste decir que fui con un colega a verla, esperando algo del buen sabor de boca dejado por BRAVEHEART (que vale, que tampoco es para tirar cohetes), y que nos carcajeamos abiertamente en un par de escenas.
Una penita, porque el tema de la guerra de independencia estadounidense da de sí y me encanta. Ya sabéis, por aquello de los ingleses, con sus casacas rojas y su canesú.
Puedes morir sin verla.