La peor película de la historia del cine sin duda ninguna, por goleada.
Desde el primer minuto suspiro hasta la última bocanada boqueada.
Entra un caco en una tienda, saca la pipa y apunta a todo el mundo especialmente al tendero, ella le ve en lontananza a la distancia y da la impresión parece que quiere participar de primera mano en el juego en tan magno evento hacerse cargo de ello, pero entre que se decide y llega al lugar de los hechos pasa un buen rato o trecho y otro más largo y agónico cálido verano hasta que se acerca peligrosamente al lugar del crimen o al en cuestión facineroso, bueno, pues en ese cacho tremendo en el que cabe toda la evolución humana desde el primer homínido hasta el hombre en la luna nada ha cambiado o cambia, sigue el tipo apuntando al cajero con la pistola en ristre y pidiendo dinero, como si la realidad se hubiera desdoblado por un momento y por un lado fuera la dimensión de la panoli poli y por el otro la del cabrón ladrón, a diferentes ritmos cósmicos, perfecto, yo me cago en el espacio tiempo, eso, exacto.
Ella lo mata en directo en defensa propia y asunto resuelto, el muerto al hoyo y el vivo al bollo, quedando el cabo suelto del arma que se ha llevado el otro, el andovo primero del que luego ya hablaremos con algún más detenimiento y/o arrobo que me vuelvo to loco.
Bueno, pues llegan a la comisaría y allí dicen que no tienen prueba ninguna de que el finado fuera armado jajaja, que no hay testigos jajaja, solo el de la tienda que estaba muy nervioso el pobre jajaja, pero vamos a ver un poco, por dios, por lo que más quieras, cómo que no hay testigos si el fiambre estuvo allí la eternidad y un día y la prórroga además con la pistola en la mano apuntando y con gente por allí pululando en el suelo posteriormente, personas que no eran ciegas ni sordas precisamente, pero nada, oídos sordos, degradada, suspendida por mala praxis jajaja, esto es la policía, no es Harvard, nos cagamos en la lógica, en todo el conocimiento humano, nos lo pasamos por el forro.
A continuación a ella misma una amiga del alma le busca o presenta un posible noviete y allá que va a la charla tan amablemente, todo fluye suavemente hasta que ella le comenta que es poli y al mequetrefe inmediatamente le dan los siete males, vade retro, qué me has dicho, paludismo, me hago cruces, exorcismo, la de dios es cristo, y ya nada quiere con ella si te he visto no me acuerdo, lucas, hasta luego, normal por otra parte, es una profesión terrible, nada bueno puede pasarte en su compañía, peor incluso me lo pones si hablamos de Jamie Lee Curtis, la susodicha o elementa de hermosas tetas y delicado rostro.
Por otra parte vemos al satánico barbudo que se tropieza cae en mitad de la noche más oscura, suele pasar, y ahí, como Pablo del caballo, descubre de repente su vocación, de eternidad, su misión, en la vida, que lo de matar es solo empezar y un no parar de gozar, y a ello se pone con ahínco verbenero y con todos los beneplácitos y plácemes de la ciudad de Nueva York que, no nos engañemos, para eso está, asesinar sin parar y que no se hable más, hasta hartar al personal, pura gula, gordo vicio, siempre sin testigos, in your face, toma, y daca, ya que es bien sabido por todos que allí vive poca gente, no le pidas peras al olmo, tres ancianos, dos vacas, un cencerro y maroto el de la moto.
Pues todo lo que sigue a posteriori es igual o incluso mucho peor, lo juro, todo el tiempo, sin descanso ni freno, dios mío por qué, esto qué cojones es.
Andy García en American Psycho. Melodía de seducción en cualquier mierda de esas de psicópatas, me acuerdo, vaya a usted a saber la profunda psicoanalítica razón, ahora de Análisis final y tan ancho, me quedo..