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Voto de Ferdydurke:
4
3.9
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Comedia. Romance
Un torpe abogado, heredero de una franquicia mexicana de comida rápida, va buscando el próximo plato estrella. Se encuentra en un pequeño y polvoriento pueblo de Nuevo México donde los amantes de la comida vienen de todas partes para degustar las delicias culinarias de un local auténtico.
17 de mayo de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
..., no el de Luis Landero tan extremeño, en Villanueva (tampoco esta de la Serena, que también pertenece a Badajoz; donde vio la luz por primera vez José Manuel Calderón, el insigne baloncestista, no confundir con el ya fallecido, desgraciadamente, gran compositor Juan Carlos Calderón, este de Santander) más concretamente, otra herencia nuestra, un Iron Man en ciernes, picapleitos en desuso y tontoelculo a tiempo completo parece querer empatar con una hispana de armas tomar, qué gran plan, cómo nos lo vamos a pasar si todas las naves vamos a lo loco a quemar.
Ella es Dania Ramírez (no se me ocurre nada, nombre sin gracia), dominicana para más señas, él es Santino (nada que ver con el Sonny Corleone de "El Padrino") Fontana (casi la de Trevi en la que se bañaba aquella diosa sueca tan plena a la que Fellini dio la gloria eterna).
Yo soy como el chile verde, llorona, picante pero sabroso.
El azul despiadado y el gris metálico de la parte de ascendencia irlandesa con mucho dinero y poco seso, el alma vacía y el espíritu en los huesos, añora y necesita y también anhela la calidez anaranjada de ascendencia hispana, es lo que pasa, comer, beber, amar, no come, reza, ama, o si quieres de la vida disfrutar a todo dar, vete a conocer a tu otra mitad, para hacer bien el amor hay que venir al sur, mézclate conmigo que bajo mi rama tendrás abrigo.
Esto es Falcon Crest revisionado por las películas alemanas tan monas que copan nuestras sobremesas los fines de semana y que fueron compradas en una inusitada subasta por nuestro ministerio de cultura que tanto nos alumbra por dos euros la tonelada con el indudable fin de ilustrarnos un poco y ya de paso rendir pleitesía a esa gran mujer a la que queremos y admiramos tanto de nombre Ángela que a través de su magnífico y exquisito arte peliculero nos quiere mostrar con todo lujo de detalle el gran nivel existencial que podríamos alcanzar si su fabuloso modelo de vida nos pusiéramos con todo el ahínco del mundo a imitar; una película birria tan bonita y llevadera como el sirope de fresa, pura gozadera que te quitará de un plumazo todas tus parasitarias penas que en tu cuerpo y en lo otro han echado raíces y no hay de quitárselas de encima maldita sea la manera, vamos, nenas.
Ella es Dania Ramírez (no se me ocurre nada, nombre sin gracia), dominicana para más señas, él es Santino (nada que ver con el Sonny Corleone de "El Padrino") Fontana (casi la de Trevi en la que se bañaba aquella diosa sueca tan plena a la que Fellini dio la gloria eterna).
Yo soy como el chile verde, llorona, picante pero sabroso.
El azul despiadado y el gris metálico de la parte de ascendencia irlandesa con mucho dinero y poco seso, el alma vacía y el espíritu en los huesos, añora y necesita y también anhela la calidez anaranjada de ascendencia hispana, es lo que pasa, comer, beber, amar, no come, reza, ama, o si quieres de la vida disfrutar a todo dar, vete a conocer a tu otra mitad, para hacer bien el amor hay que venir al sur, mézclate conmigo que bajo mi rama tendrás abrigo.
Esto es Falcon Crest revisionado por las películas alemanas tan monas que copan nuestras sobremesas los fines de semana y que fueron compradas en una inusitada subasta por nuestro ministerio de cultura que tanto nos alumbra por dos euros la tonelada con el indudable fin de ilustrarnos un poco y ya de paso rendir pleitesía a esa gran mujer a la que queremos y admiramos tanto de nombre Ángela que a través de su magnífico y exquisito arte peliculero nos quiere mostrar con todo lujo de detalle el gran nivel existencial que podríamos alcanzar si su fabuloso modelo de vida nos pusiéramos con todo el ahínco del mundo a imitar; una película birria tan bonita y llevadera como el sirope de fresa, pura gozadera que te quitará de un plumazo todas tus parasitarias penas que en tu cuerpo y en lo otro han echado raíces y no hay de quitárselas de encima maldita sea la manera, vamos, nenas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
María Conchita Alonso, tan natural y estupenda como la empanada de Javiera, te estará esperando con los brazos abiertos, por qué no vas corriendo ya si aquella es tierra santa por donde pasaron tus más mayestáticos antepasados no hace tanto tiempo y dejaron además su indeleble esencia, qué enorme privilegio, cuánta gracia y grata presencia.
Reflexión pertinente sobre la desconexión y tristeza insondables que provoca el capitalismo tecnológico más o menos liberal a las personas que padecen de primera mano sus terribles efectos versus la felicidad indescriptible y colosal que te depara la comunidad comunista anclada en un presente lleno de honrada memoria que todo comparte con los suyos y solo da los mejores frutos; la comida es amor, dice ella, nunca negocio ni dinero, yo no me vendo, vente al campo con mi hija y conmigo a vivir a pleno rendimiento, ridículo y desnortado elemento, di no a la plusvalía, apuesta por la artesanía, nuestros hijos ya no serán más los parias, ellos heredarán la tierra.
Y viva San Francisco de Asís, deja que los más animales se acerquen a mí.
P.D.: Con ese mismo manillar de triatleta le ganó por unos miserables segundos de nada Lemond, ese tremendo fenómeno, el Tour del 89 a Fignon, otro gran campeón de muerte tan precoz.
Reflexión pertinente sobre la desconexión y tristeza insondables que provoca el capitalismo tecnológico más o menos liberal a las personas que padecen de primera mano sus terribles efectos versus la felicidad indescriptible y colosal que te depara la comunidad comunista anclada en un presente lleno de honrada memoria que todo comparte con los suyos y solo da los mejores frutos; la comida es amor, dice ella, nunca negocio ni dinero, yo no me vendo, vente al campo con mi hija y conmigo a vivir a pleno rendimiento, ridículo y desnortado elemento, di no a la plusvalía, apuesta por la artesanía, nuestros hijos ya no serán más los parias, ellos heredarán la tierra.
Y viva San Francisco de Asís, deja que los más animales se acerquen a mí.
P.D.: Con ese mismo manillar de triatleta le ganó por unos miserables segundos de nada Lemond, ese tremendo fenómeno, el Tour del 89 a Fignon, otro gran campeón de muerte tan precoz.