Bad Dad (no sin mi hija).
Desarrolla o alarga demasiado la situación o tensión hasta la extenuación sin motivo ni solución, sin hacerlo además con algún criterio o sentido, sino que de manera morosa o torpe tópica para en el último tercio acelerar un poco para nada, para darse de bruces con el bulto, o montículo, con la explicación chusca pertinente, que toca o corresponde, nos da igual si es Cthulhu, el vecino del quinto o los dioses indios, el caso es que llegados a ese (puto, sí) punto, todo el pescado está vendido, toda su posible pegada puramente terrorífica o más simbólica adolescente femenina es puré de patatas, nada, se ha escurrido por el sumidero, pirotecnia burda o barata que no convierte tampoco este rato en una, como quizás parece, tan mala película tampoco, solo floja, anodina, rutinaria, adocenadamente estúpida, bien hecha en líneas generales, pero sin ninguna gracia ni real encanto o interés chicha, terriblemente indistinta, sin forma reconocible casi, a duras penas algo.
Costner hace el mismo papel de siempre, héroe en la pelea contra la oscuridad más perruna, y ella está bien, más ambigua, los demás elementos técnicos interpretativos así como la dirección son moderadamente correctos, un pasar tienen.