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Voto de Ferdydurke:
5
5.3
168
Drama
Isabel regresa a España después de varios años para curarse de una neurosis. Su hija Ana, a la que no ha visto en mucho tiempo, decide acompañarla en el hospital. Allí, conoce a alguien... (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esther Williams. Cuerpo cimbreante. Qué día tan bonito. Agonía y alegría. Caracas.
Sus penas no son económicas, viven a la sopa boba, tanto él como ella, igual Mario que su madre, y la protagonista, la muy guapa Sonia, con algo de Audrey Hepburn, está de vacaciones, niña samaritana que ayuda y observa, tontea, que se distrae y así esconde su vida hueca.
Película coyuntural, ambiciosa, a su manera graciosa, que no divertida, con una fotografía muy de la época y unas preocupaciones pequeño burguesas (¿así se dice?) también muy típicas de aquellos maravillosos años sesenta o no tanto si lo ves con más tristeza. "Blow-Up (Deseo de una mañana de verano"), un año antes que esta que ahora nos ocupa; el cine de Jaques Tati es otra cosa, pero en la forma, visualmente me lo recordaba mientras veía esta obra española; o si quieres Bergman en ese momento, "Secretos de un matrimonio", aunque sea algo posterior tiene un aire familiar en algún sentido y mucho más claramente "Persona", del año anterior, por ejemplo. Drama existencial; la vida sin ancla; seres perdidos, caídos, sin referencias, descosidos y desasidos, desangelados y desnortados. Estética pop, minimalista, colorista, envasada al vacío. Mirada gélida de aires reflexivos, silencios gruesos y miradas al infinito. Un intelectualismo psicoanalítico, estirado, relamido, aterido de frío, un tanto pedante, afectado y distante.
La película trastea, juega, bordea, oscila; mezcla de sopor perfecto y de repelente pretenciosidad con algo de ingenio, de elegancia, de belleza y también de curioso pasatiempo.
Se deja caer y entretener un poco, lo mismo que aleja su bobería siempre al acecho. Un poco bastante pija y tonta, bonita y llevadera. Molesta algo, agrada un rato, simpática si te dejas.
Ni fu ni fa; narcótica, irritante a veces, esmerada, delicada, preciosa, sonsa.
Sus penas no son económicas, viven a la sopa boba, tanto él como ella, igual Mario que su madre, y la protagonista, la muy guapa Sonia, con algo de Audrey Hepburn, está de vacaciones, niña samaritana que ayuda y observa, tontea, que se distrae y así esconde su vida hueca.
Película coyuntural, ambiciosa, a su manera graciosa, que no divertida, con una fotografía muy de la época y unas preocupaciones pequeño burguesas (¿así se dice?) también muy típicas de aquellos maravillosos años sesenta o no tanto si lo ves con más tristeza. "Blow-Up (Deseo de una mañana de verano"), un año antes que esta que ahora nos ocupa; el cine de Jaques Tati es otra cosa, pero en la forma, visualmente me lo recordaba mientras veía esta obra española; o si quieres Bergman en ese momento, "Secretos de un matrimonio", aunque sea algo posterior tiene un aire familiar en algún sentido y mucho más claramente "Persona", del año anterior, por ejemplo. Drama existencial; la vida sin ancla; seres perdidos, caídos, sin referencias, descosidos y desasidos, desangelados y desnortados. Estética pop, minimalista, colorista, envasada al vacío. Mirada gélida de aires reflexivos, silencios gruesos y miradas al infinito. Un intelectualismo psicoanalítico, estirado, relamido, aterido de frío, un tanto pedante, afectado y distante.
La película trastea, juega, bordea, oscila; mezcla de sopor perfecto y de repelente pretenciosidad con algo de ingenio, de elegancia, de belleza y también de curioso pasatiempo.
Se deja caer y entretener un poco, lo mismo que aleja su bobería siempre al acecho. Un poco bastante pija y tonta, bonita y llevadera. Molesta algo, agrada un rato, simpática si te dejas.
Ni fu ni fa; narcótica, irritante a veces, esmerada, delicada, preciosa, sonsa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y al final ella mira horrorizada ante la amenaza cierta de la vuelta a casa de su noviete petimetre que la aburre a muerte. Ella quería aventuras, emociones fuertes, locuras, amantes, muertes, y ahora vuelve a la normalidad tan temida de la nada cotidiana que te ahoga mientras te mata.
Bruno es displicente, altiva, muy atractiva; es una musa, clara, delgada, que prueba. La moral ya no es católica, es más juguetona, el sexo ya no es un impedimento, es un juguete melancólico. Él, Mateos, es un muermo de cuerpo entero, muy bonito y pequeñajo. La madre, Lindfors, cansa con su tormento romo. Rabal es siempre interesante, entre sórdido y siniestro y con raigambre, algo de carne y tierra para una película que corre el riesgo del gran tedio, de morir de hambre, de filfa, de aire, de nada.
Spleen de un cine español que en algunos casos raros trataba de ser más europeo y elevado, como hacía la escuela de Barcelona en aquellos tiempos a su más radical modo. Aperturismo, desarrollismo, nuevos ricos, también intelectualmente. Las preocupaciones, de algunos, se ve que cada vez de más, ya no eran materiales, ahora nos picaba el alma angustiada, ahíta de fofa baba. Nuevas generaciones, universitarios con ínfulas y pasiones, de renovados aires llenos y con ganas locas de expresarse. Cine sin cuajar, pero interesante.
Más que criticar, parece que se recrean en lo que se cuenta. Más que sátira, parece homenaje. Más que humor, satura de drama. Aunque, para ser justos, de todo hay un poco y nosotros, tan buenos, se lo perdonamos todo.
Bruno es displicente, altiva, muy atractiva; es una musa, clara, delgada, que prueba. La moral ya no es católica, es más juguetona, el sexo ya no es un impedimento, es un juguete melancólico. Él, Mateos, es un muermo de cuerpo entero, muy bonito y pequeñajo. La madre, Lindfors, cansa con su tormento romo. Rabal es siempre interesante, entre sórdido y siniestro y con raigambre, algo de carne y tierra para una película que corre el riesgo del gran tedio, de morir de hambre, de filfa, de aire, de nada.
Spleen de un cine español que en algunos casos raros trataba de ser más europeo y elevado, como hacía la escuela de Barcelona en aquellos tiempos a su más radical modo. Aperturismo, desarrollismo, nuevos ricos, también intelectualmente. Las preocupaciones, de algunos, se ve que cada vez de más, ya no eran materiales, ahora nos picaba el alma angustiada, ahíta de fofa baba. Nuevas generaciones, universitarios con ínfulas y pasiones, de renovados aires llenos y con ganas locas de expresarse. Cine sin cuajar, pero interesante.
Más que criticar, parece que se recrean en lo que se cuenta. Más que sátira, parece homenaje. Más que humor, satura de drama. Aunque, para ser justos, de todo hay un poco y nosotros, tan buenos, se lo perdonamos todo.