Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
3
Cine negro. Drama. Thriller Una noche, el matrimonio Palmer se dirige a una fiesta en su descapotable. A mitad de camino, Jane le ruega a su marido que vuelvan a casa. De regreso, se cruzan con un vehículo desde el que alguien lanza una maleta que cae en el asiento trasero del coche de los Palmer. La maleta está llena de dinero y los Palmer pretenden quedárselo, pero una serie de circunstancias hará que la suerte del matrimonio dure poco. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un plan sencillo. Nobody knows. Mañana, mañana..., vuelva usted.
En el primer plano inaugural fundacional pionero de la película pasan como un millón de cosas y muchas más que son completamente imposibles de asimilar por su ingente cantidad y tremenda densidad, esa excesiva sobreabundancia accionarial intelectual no va más, y después la cosa aumenta en progresión geométrica sin parar, si pones un grano de arroz en una casilla de un tablero de ajedrez y multiplicas esa cantidad por el doble en la casilla siguiente y así sucesivamente hasta la última de las sesenta y cuatro casillas, cuántos granos de arroz habrá al final, pus eso, suma y sigue, non plus ultra, y a ver qué cojones te da (coge la calculadora que ya sé que no fuiste a la escuela y con los dos dedos de frente no hay manera) o depara, y ella es una diosa de escándalo padre y muy señor mío (de las que ya no quedan o, mejor, no las hubo nunca ni habrá jamás, Lisabeta, ni las del antiguo Egipto, ni Cleopatra en la cresta de la ola o siquiera la otra Lisabeta, la Taylor para más señas llegaron a tanto ni en broma, como el ébola), de toma pan y moja, grandiosa sería decir nada, de hecho, si ella dirigiera por lo que más quieras el universo entero, si de ella dependiera, otro gallo nos cantaría mucho más hermoso, pero claro, todos los necios de alrededor, y son muchos, la invencible legión, al retortero tantos tontos sin parangón, aluvión (como plaga de cenutrios o aceitunas, aceite de oliva, con ese dinero ganado con el sudor de su frente, a arrobas, pensaba comprar una botella de oliva virgen de contrabando pasando la frontera, estraperlo, eso fue todo, la causa de tanta agonía y tormento, descalzaperros, de cadáveres reguero por un güito o varios, yo nací en el Mediterráneo y morí por su dieta que el diablo la carga y se lía, la picha, el precio del oro, aliña la ensalada que yo mientras tanto cuento los billetes para pagarla, la pasta, por toneladas, no te la bebas toda que para mañana hay que desayunar pan con tumaca, anda, aguanta, no heredarás la tierra), Dios, perdónalos porque sí saben lo que hacen, lloverán piedras, y ranas, el más puro y estrepitoso ridículo, especialmente el último lechuguino espantoso de la lista, éramos pocos, el tal Don, horror, o Blake, de atarlo corto, de tirarlo por el puente o monte abajo o al lago, algo, como a Shelley Winters, sin lugar ni sol, a oscuras, a ciegas, con un ancla para que no levante cabeza, que a la pobre la ponen todo el rato piedras en los zapatos y palos en las ruedas, le hacen la vida imposible a mala idea con lo que el espectador, lógicamente, sufre, eso, duele, se siente impotente, se retuerce, grita, llora, clama en silencio, se mesa los cabellos, hace aspavientos, se tienta la ropa, se rasga las vestiduras, se agita a mansalva, jura en hebreo, recita la biblia, los salmos todos, canta el cantar de los cantares por soleares, no puede soportar tanta ignominia e injusticia que el género masculino, una vez más, para variar, perpetra o enjareta, que dé una imagen tan lamentable o pavorosa de la condición humana, no nos representan, qué culpa tendrán ellas, bueno, ella, porque la otra, la hermana del mendrugo tan en combate desaparecido por no saber nadar cuando más falta hace también baila (la jota aragonesa, el baile de la confusión y la ignorancia), tela o delito tiene, lela, horrorosa, colaboracionista, cómplice, esbirra.
Bueno, decíamos, que de los miles de millones de millones de... millones... de... millones... de cosas que pasan o suceden solo la mitad tiene algún tipo de sentido o pase o aquel, el resto es para suicidarse con los cordones de los zapatos o mocasines, disparate tras disparate y el final no puede ser más vergonzante, bochornoso o denunciable, qué pena, una desgracia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow