Amigos y vecinos. Amantes. Papá está en viaje negocios.
Si nada hubieran hablado o dicho o comentado, si todo el rato la música como un disco rayado a toda pastilla y a todo volumen hubiera sin parar siquiera un segundo para respirar sonado, si se hubieran conformado con ser un musical mudo, una danza del amor y de la muerte silente, una baile perpetuo de cuerpos y almas balbucientes, formas y huecos, sombras, ausentes, limbo, nirvana, de las esferas el mejor ritmo, sí, o todavía, o por lo menos, pero así no, con esos diálogos de besugos a quemarropa y a bocajarro, intercalados, sodomizados, no, por favor, no hay modo ni nada que se pueda hacer con todo ello, engrudo hortera hermoso, por mucho amor/afán e interés que le pongas a tan engorroso delicado asunto, ni aunque por todos los medios y a costa de lo que sea, cuánto cuesta, queramos quedar bien, dar el pego, apuntarnos un tanto, otra muesca, cadáveres exquisitos, no hay manera, hay que ver que jodidamente difícil nos lo ponen siempre a la gente más sobradamente preparada y auténtica, ea, qué pruebas, qué pena, que he hecho yo para merecer también esto.
Es una marcianada bella popera leve perezosamente tediosa y a ratos muy boba o lerda, un perfume de la tele que me enamora. Es un retrato de la ausencia, la autopsia de la nada, es en off, está fuera de campo y del cuerpo, la vieja del visillo, es elíptica, abstinente y contemplativa, guarra y muy puritana, es el deseo eternamente insatisfecho y postergado como ofrenda a su propia esencia imperfecta que vive de una ilusión o espejismo, que crece o se colma si no se concreta, nunca, si solo se ansia y espera, si no se toca, condición sine qua non de su posible grandeza, ya que para conocer o degustar de verdad algo, para sacarle todo el jugo es indispensable no probarlo, la única forma de mantenerlo y entenderlo como puro y verdadero, de rodearlo como a un animal acorralado al que nunca le echas el lazo, ya eres como él, lo tuyo es una obsesión, Platón, Platonov no, expresionista abstracta pintura, Edward Hopper, es bella y tan tonta, el antimorbo, lo opuesto y justo por eso su máxima expresión, o eso pretende, una reflexión a la contra del sobre el cine yanqui, su reverso o contestación, la otra cara elegante frente a lo vulgar y subrayado, obvio y zarrapastroso, está despojada, es un despojo tenue borrosamente maravilloso, vaciada de contenido y hasta casi de sentido, hasta tal punto que convierte a sus personajes en unos infames peleles, los alela y estupidiza, no me hables que no te huelo, aléjate que yo tampoco te oigo, en unos monigotes abstrusos bien vestidos, pasmarotes zombis, fantasmas sepulcros blanqueados, y lo hace además, para mayor inri, a través de la sublimación más pedante, afectada y estirada, relamida y preciosista y esquinada, torcida y extática, planos imposibles mediante, paradiñas y bruscos cortes, aquí estoy yo que soy un pistonudo director, cuánta cojonuda fabulosa sinsorgada. Fría. Autocomplaciente mirada. Onanista. Ambigüedad narcisa máxima. Espera eterna. Amo tu cama rica. En la santa tradición de dos en la carretera o lost in translation versión oriental. Una gozada y una tontada. Los amas y los odias. Que se vayan a la puta porra.
Son aparentemente un par de don nadies en medio de un clima/ambiente más bien sórdido o feo, deprimente en su marrana mediocridad, tanto física como moralmente, pero están contados/mostrados/elucidados como dos modelos de la más alta gama belleza y cuna, ella es una muñeca perfecta, una locura, y él es un pimpollo atractivo, muy chulo. Allí no pegan, o mirad si no ese amigote grotesco que a él le ponen como contrapeso para que no del todo levite, y a ella la echan al barro de esa casa que hiede a rica grasa humana y tanta fritanga que tanto afrenta contrasta con su gélida hierática alma de ardiente cera, dos esculturas quemándose al sol que más calienta, dos momias en sus sarcófagos de seda. Son dos alien en medio de ninguna parte, dos ángeles caídos de un cielo delirante publicitario caro.