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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
1
Drama Historia de una ninfómana contada por ella misma. Una fría noche invernal, un viejo solterón (Stellan Skarsgård) encuentra en un callejón a una joven (Charlotte Gainsbourg) herida y casi inconsciente. Después de recogerla y cuidarla, siente curiosidad por saber cómo pudo haber llegado a semejante situación; escucha atentamente el relato que ella hace de su vida, una vida llena de conflictos y turbias relaciones. Para su estreno ... [+]
28 de octubre de 2014
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El desfile final. Más de lo mismo pero ya sin esperanza; cautivo y desarmado, derrengado y sorprendido, sin dar crédito a que una de las mayores luminarias del cine "independiente" europeo, de calidad y sin ataduras, sea capaz de hacer tanto el ridículo, de perpetrar algo tan enfermizo y grotesco, tan triste y patético.
En fin, vayamos a lo importante, a la traducción para despistados, incultos y gente de pocas luces.
Yo tenía doce años y levitaba, el orgasmo me hacía feliz y se me aparecía gente del pasado, putas babilónicas y grandes rameras romanas. Crecí y quise conocer a esos extraños hombrecillos que hablaban muy raro y estaban pintados de negro, por eso de que se rumoreaba que las tenían muy grandes y eran muy fogosos, pues sí, que ricura y hermosura. Pero yo estaba frígida perdida y ya no sentía nada al hacerlo con... nadie. Por lo que decidí, ya que era rebelde y libre como el viento, meterme al club de la lucha (por K, Kafka, que partía la pana de lo guapo y limpio que era), al pégame un poquito que quiero llegar a fin de mes contenta, por eso de reafirmarme en mi independencia y ahondar en mis contradicciones. Pero tenía un niño pequeño muy pesado y lo tuve que dejar, ya sabes, porque odio a muerte el sentimentalismo, vamos, que no creo en eso, que son todo mentiras y yo soy verdadera. Y después de no sé cuántas zurras eclesiásticas, porque no pensarán que fue así como así, no, se equivocan, había emprendido el camino desde la iglesia ortodoxa a la católica, de la luz a la oscuridad, lo mismo que Wagner y el oro del Rin. Bueno, sigo que me pierdo. Me salió una llaga en el coño y decidí dejarlo. Me metí en una secta de adictos y me aburrí. Les canté las cuarenta, les dije que yo con mi potorro hago lo que me sale del moño, que me quiero mucho y nadie me tose. Por lo que cambié de trabajo y me entregué al fascinante mundo de la extorsión Freudiana. Apadriné un método revolucionario, un detector infalible de pederastas buenos, y me enamoré de una oreja deforme que jugaba muy mal al baloncesto. De ahí concluí que era lesbiana y compulsiva lectora de James (Bond, no el futbolista).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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