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Voto de Ferdydurke:
7
4.8
709
Drama
Ana (Elena Anaya) y Lucía (Valeria Bertuccelli) son dos buenas amigas que lo comparten todo y cuidan la una de la otra. En pleno verano porteño, Lucía le pide a Ana que cuide su casa mientras ella pasa unos días fuera, pero un encuentro casual e inesperado de Ana con el ex marido de Lucía pondrá en peligro su amistad. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Snowblind. Lo mordió el perro.
En realidad es una comedia, y buena, sutil también, y bastante triste y algo mucho divertida, en su tramo final genial, una delicia, te da felicidad, como a un pavo (te llena), gracias, Victoria.
Y ellas dos son maravillosas, Elena es perfecta, está soberbia, Valeria tiene más fuerza, cómo se complementan, menudas elementas, y la historia va creciendo hasta que estalla con certeza, gracia, belleza, pena, lloran, se quieren/odian.
Una actriz de moral relajada, distraída, tal vez dubitativa o más bien blandamente amoral, a pesar de ella misma, de su conciencia que le pesa y que para nada le sirve, o justo para eso, para mejor transgredirla, se deja caer, es intermitente e inconsistente, indecisa, torpe, goza, sufre, no se aferra, huye, es humilde, no sirve, no duerme, sin mucha voluntad, o sí, quizás más revulsiva y valiente que la de los demás.
Y una mujer más normal, con las cosas más claras, pero igualmente desvalida y necesitada, con una hija jovencita, entre un hombre que se fue o al que rechazó y otro que nunca acaba de llegar.
España y Argentina.
En realidad es una comedia, y buena, sutil también, y bastante triste y algo mucho divertida, en su tramo final genial, una delicia, te da felicidad, como a un pavo (te llena), gracias, Victoria.
Y ellas dos son maravillosas, Elena es perfecta, está soberbia, Valeria tiene más fuerza, cómo se complementan, menudas elementas, y la historia va creciendo hasta que estalla con certeza, gracia, belleza, pena, lloran, se quieren/odian.
Una actriz de moral relajada, distraída, tal vez dubitativa o más bien blandamente amoral, a pesar de ella misma, de su conciencia que le pesa y que para nada le sirve, o justo para eso, para mejor transgredirla, se deja caer, es intermitente e inconsistente, indecisa, torpe, goza, sufre, no se aferra, huye, es humilde, no sirve, no duerme, sin mucha voluntad, o sí, quizás más revulsiva y valiente que la de los demás.
Y una mujer más normal, con las cosas más claras, pero igualmente desvalida y necesitada, con una hija jovencita, entre un hombre que se fue o al que rechazó y otro que nunca acaba de llegar.
España y Argentina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Cuál novio? Te cansas de todos. Los hombres llenan su vacío, en todos los sentidos, son nada, intercambiables, banales, le gustan pero no le interesan, le atraen pero no le consuelan, los necesita pero no pesan, son leves, efímeros, anodinos, olvidables, un pasatiempo, su cuerpo.
La otra es más terrenal, ella es aire.
La película practica un realismo elusivo, elíptico, parece que no pero sí, sabe lo que cuenta, con todas las consecuencias, hay detrás mucha inteligencia y es posible que solo sea a fin de cuentas, más o menos soterradamente, una lucha de poder, a muerte, entre las dos, inconscientemente; Elena en el afán de destruir, romper el delicado equilibrio, el orden frágil de Valeria, por envida, porque tiene lo que le falta a ella, para que esté igual de derrotada; Valeria en su mirada ciega que no parece querer enterarse de nada para así hacer su santa, sin preocuparse de los sentimientos o necesidades de los demás, para poder mandar y ordenar a sus anchas, en los extremos se tocan y oblicuamente se reflejan, la una aprovecha las ocasiones según se presentan, cede, la otra intenta dominarlas, aplasta, ninguna lo logra del todo, solo poco, o a medias, y ahí se encuentran de nuevas, en la inseguridad, en la frustración, en la impotencia de chocar de bruces con el implacable muro de la realidad, una por exceso, la otra por defecto, una de más, la otra de menos, ya que seguramente sean la misma, inversa o repetida, la una se siente y se sueña en la otra, en los anhelos, deseos e insuficiencias, y así se cierran y colisionan, y los hombres siempre al fondo, la partitura que hay que interpretar, depende de cada momento y de cada una cómo, ellos son más simples y egoístas, más tontos y buenos, más primarios y bobos, decorado de fondo sobre todo.
Todo está filtrado por el humor y la sabiduría, ese jardinero es gloria pura, es una pequeña orgía, casi cada detalle es apreciable, una cachonda y minúscula maravilla para pasar el día.
Joan Crawford y Bette Davis.
La otra es más terrenal, ella es aire.
La película practica un realismo elusivo, elíptico, parece que no pero sí, sabe lo que cuenta, con todas las consecuencias, hay detrás mucha inteligencia y es posible que solo sea a fin de cuentas, más o menos soterradamente, una lucha de poder, a muerte, entre las dos, inconscientemente; Elena en el afán de destruir, romper el delicado equilibrio, el orden frágil de Valeria, por envida, porque tiene lo que le falta a ella, para que esté igual de derrotada; Valeria en su mirada ciega que no parece querer enterarse de nada para así hacer su santa, sin preocuparse de los sentimientos o necesidades de los demás, para poder mandar y ordenar a sus anchas, en los extremos se tocan y oblicuamente se reflejan, la una aprovecha las ocasiones según se presentan, cede, la otra intenta dominarlas, aplasta, ninguna lo logra del todo, solo poco, o a medias, y ahí se encuentran de nuevas, en la inseguridad, en la frustración, en la impotencia de chocar de bruces con el implacable muro de la realidad, una por exceso, la otra por defecto, una de más, la otra de menos, ya que seguramente sean la misma, inversa o repetida, la una se siente y se sueña en la otra, en los anhelos, deseos e insuficiencias, y así se cierran y colisionan, y los hombres siempre al fondo, la partitura que hay que interpretar, depende de cada momento y de cada una cómo, ellos son más simples y egoístas, más tontos y buenos, más primarios y bobos, decorado de fondo sobre todo.
Todo está filtrado por el humor y la sabiduría, ese jardinero es gloria pura, es una pequeña orgía, casi cada detalle es apreciable, una cachonda y minúscula maravilla para pasar el día.
Joan Crawford y Bette Davis.