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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
5
Documental En 1971, con motivo del estreno mundial de 'Muerte en Venecia', el director italiano Luchino Visconti proclamó a su Tadzio como "el chico más hermoso del mundo". Una sombra que hoy, 50 años después, pesa aun en la vida de Björn Andresen. Una película sobre el precio de la belleza.
22 de septiembre de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Debería prohibirse trabajar a los menores de edad? También les pasa a los deportistas y a los cantantes y a todo el mundo le parece la mar de bien o no dicen ni mu esta boca es mía, se celebra con algarabía.
Si te fallan/faltan los padres, estás vendido/perdido, en manos del desastre/peligro. Pero con ellos tampoco estás libre del mal.
¿Cuándo se jodió la vida de Tadzio? Pues no se sabe, aquí lo sitúan en la prematura abrupta ausencia materna y/o en la intervención en la famosa película, pero es siempre complicado (des)cifrar exactamente el comienzo del derrumbe.
Sí, no exageraban, era muy bello, y Visconti lo utilizó, usar y tirar, lo normal, un suspiro, un vampiro, lo que es el arte, vale, pero por otro lado no dramaticemos, o sí, esto pasa muy habitualmente, todos los días, a pleno sol, es bastante común este uso, la diferencia fundamental es que participó de un acontecimiento cultural de primer orden, excepcional, el cruce ¿feliz? de dos mitos, Mann y el citado director italiano (era comunista, pero tenía sirvientes, dicen, cabalgaba contradicciones, lo cortes no quita lo valiente, soy idealista, no tonto, tengo derecho a un ferrari rojo).
El documental trata de ser poético, estar a la altura, apuntarse un tanto y no lo tiene demasiado claro, lo cumple solo a medias, a veces es excesivamente similar a un reality cutre morboso lacrimoso horroroso, otros juega más al despiste y hace elipsis, equilibrismo, insinúa, apunta pero no da, se deja caer, no acaba de tirar la primera piedra, se arredra, y en ocasiones también recurre a las postales o a los silencios con pretendido solemne poso o fondo, a las miradas perdidas al infinito que me pierdo y no me encuentro.
Sí, tenía un lado misterioso perverso, asomaba, y eso es lo bueno o rico o terrible gracioso, esa mezcla sutil de timidez y arrogancia, fragilidad, pecado, inocencia y corrupción, delicadeza y delicuescencia, desvalimiento, degradación, disgregación, inseguro y poderoso, ambigüedad, miedo, desvanecimiento, desconcierto y estupor, pudor, in/a/moralidad, Luchino lo vio, le caló y lo explotó y es ya inmortal, pase lo que pase.
A mí, claro, me hubiera interesado mucho más que nos explicaran con mayor ahínco la parte cinematográfica, su vida me interesa mucho menos, pero bueno, resulta interesante, un tanto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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